Loja celebró con delirio clasificación de Ecuador

Loja, La Hora
Sabmos que el partido era extremadamente difil, frente a ese Uruguay que en 1950 despojdel tulo a Brasil, en un hecho sin precedentes. Muchos temmos que se produzca un «Atahualpazo» y se prolongue la espera ocho ds m.

Comienza el drama
La selecci hizo lo que ten que hacer en la primera etapa: jugar con buen criterio, distribuir ordenadamente el bal, al menos en los primeros minutos, hasta meterse en el partido para, luego, comenzar a cargar sobre la puerta de Fabi Carini. Efectivamente, assucediy las llegadas empezaron a multiplicarse sobre el arco rival, mientras los charrs, se defendn con bastante orden, recurriendo al contragolpe como arma mortal para inquietar a Cevallos.
Conscientes que el marcador en blanco no hac da a la tricolor, los jugadores no se desesperaron porque el gol no llegaba. De todas maneras, ese resultado nos pon en la gloria…pero.
Cuando menos se esperaba y estaba por concluir el primer tiempo, una corrida espectacular de Olivera, nadie fue a la marcaci y el oriental se perfilhacia la porter ecuatoriana con claras opciones de anotar. ApareciGuerr como timo hombre y, en su anhelo por rechazar el bal, cometila infracci penal que el bitro Schez sentencisin dilaciones. El Mismo Olivera fue al cobro y con potente disparo derrota Cevallos…el Atahualpa enmudeciy el pa entero sintiun escalofr.

Drama y empate
Con el inicio de la complementaria el reloj empeza caminar «como loco», mientras el ataque ecuatoriano se dilu en centros al ea que siete y hasta ocho uruguayos se encargaban de alejar el riesgo: Delgado, Caviedes, Obreg, empezaron a desesperar; el aliento del plico era constante, no se pod perder. El ingreso de Aguinaga y Ferndez, por Guerr y Chal vino a poner orden en el equipo.
Lleg entonces el minuto bendito, 76, el centro de Aguinaga y el cabezazo de Caviedes remeciel arco de Carini. Estallel Atahualpa… estallel pa. Luego el ingreso de Gez por Caviedes, para refrescar las leas y soportar la avalancha uruguaya en los minutos finales.
Al final, Schez, en el centro de la cancha levantsus brazos indicando que el drama hab concluido. Se prendila fiesta y las calles de todo el pa se vistieron de amarillo, azul y rojo.

Celebraci en Loja
Apenas terminel partido, la euforia colmlas calles de Loja; caravanas de carros empezaron a desfilar haciendo sonar sus pitos, mientras banderas ecuatorianas flameaban en un abrazo de hermandad deportiva y estribillos como «sse pudo» y hasta «Bolillo presidente» se coreaban a rabiar.
En las esquinas de algunas calles se realizaron bailes populares, organizados por dues de almacenes o gente particular que, con estas manifestaciones quisieron unirse en un solo abrazo de ecuatorianidad. Nis, jenes, personas adultas; hombres y mujeres, todos con un solo sentimiento de euforia, disfrutaron este hecho trascendental que, por primera vez, tras una larga historia de frustraciones, permite que la tricolor clasifique al mundial de Fbol de Jap – Korea.