En la década del 30 las boticas más conocidas fueron: la Inglesa, la Alemana, la del Comercio, la Universal, la Nacional, la Francesa y la Sucre.
A diferencia de lo que hoy acontece, que todo llega envasado, en ese entonces, en las boticas los medicamentos se conservaban en recipientes de diversos tamaños, redomas, pomos, botellas y frascos, con cuyo contenido se procedía a la preparación de las dosis y amalgamas, fusiones y entreveros de acuerdo con lo recetado por el médico.
La preparación demoraba más de dos horas y hasta decían «vuelva mañana» para retirar la bebida.
Generalmente, los remedios consistían en bebidas de los más ásperos y amargos sabores. Los niños en especial, realizaban los mandados y recibían una estampilla como obsequio, que era un pequeño cromo de propaganda de algún medicamento.
Fotografía: Archivo Histórico del Banco Central del Ecuador – Código 0039
