TULCÁN.
La dificultad para abastecerse de gasolina o diésel en los surtidores estatales de Tulcán genera malestar en la población, que demanda de las autoridades gubernamentales una investigación para determinar las causas que ocasionan el problema.
En los últimos días se vuelven evidentes las largas filas de carros en los exteriores de las estaciones de comercialización, pugnando los conductores por acceder a unos cuantos dólares de combustible.
Los usuarios denuncian que vetustos automotores que son identificados con el tráfico de carburantes en la frontera, con la supuesta complicidad de los denominados “bomberos”, son los que producen la congestión.
Hay quienes señalan que deben permanecer enlistados a la espera de ser atendidos por más de 45 minutos. Aseguran que carros pequeños se abastecen hasta de 50 dólares de gasolina, dejando entrever que son quienes provocan el caos.
Alex Cruz, gobernador de Carchi, sostuvo ayer que se han recibido algunas denuncias desde la semana anterior en la Gobernación y reveló que fue objeto de abuso de autoridad por parte de la administradora de un surtidor en el sur de la ciudad.
“El lunes interpuse la denuncia por escrito al director de la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero, Carlos Muñoz, dando ejemplo a la ciudadanía, a la que pido denuncie por escrito este tipo de hechos”, dijo Cruz.
Aclaró que su competencia no es este tipo de control, pero sí el combate al contrabando de los derivados del petróleo, razón por la que insistió ante la ciudadanía para que remita las denuncias a su despacho sobre el posible mal servicio, para disponer las indagaciones y sancionar a los infractores.
Edgardo Villarreal, presidente de la Cooperativa de Taxis Rápido Nacional, sugiere que las bombas de gasolina o diésel, como también se las conoce, extiendan los horarios de atención, ya que en Tulcán la mayoría operan de 07:00 a 19:00.
El mal trato, la venta indiscriminada a autos que cuentan con doble tanque, el diferencial cambiario, mala atención, y la falta de control estarían agudizando la situación. Sin embargo, frente a las recurrentes denuncias el panorama cambió.
Ayer hubo una aparente normalidad. No obstante, como se ha vuelto costumbre se restablece el expendio unos cinco o seis días y luego vuelve el problema, como afirma Marcelo Rodríguez, vecino del sur de Tulcán.
La ciudadanía está pidiendo que se reglamente la distribución, se evalúe y rote al personal, se sancione a aquellos funcionarios y trabajadores que están generando el malestar y se establezca un cupo máximo de venta. (CMRV)
TOME NOTA
El gobernador Alex Cruz hace un mes y medio se reunió con Carlos Muñoz, director de la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero, con la finalidad de buscar acciones para mejorar el servicio.