En el segundo día del Feriado de Finados en Tungurahua, los lugareños y turistas visitan las tradicionales ferias que, este 2021 volvieron después de que la mayoría estuvieron suspendidas el año pasado por la pandemia a causa del coronavirus.
Las ferias se desarrollan en cinco cantones de la provincia: Ambato, Píllaro, Tisaleo, Quero y Cevallos, en donde las autoridades y moradores buscan la reactivación económica.
Opiniones
Sonia Arcos viajó desde Riobamba hasta Tisaleo, para visitar a unos parientes y recorrió la feria del cantón. “Vinimos ayer con mi familia, nos quedaremos hasta mañana. La feria está muy bonita. Vamos comprando unas cucharas de palo y unas plantitas”, dijo.
En este lugar, la Feria de Finados se realiza en la comunidad de Santa Lucía La Libertad, sobre la vía pública. Hay alrededor de 250 emprendedores que ofertan sus productos.
TOME NOTA En Ambato las ferias estarán abiertas hasta el miércoles 3 de noviembre.
Por otra parte, en Píllaro hay cerca de 100 comerciantes que participan de la feria del cantón. Aquí se dio prioridad a los artesanos pillareños y luego de cumplido el cupo, se dio paso a personas de otros lugares.
Este año en el cantón, la Municipalidad exoneró el pago de los puestos para ayudar a la reactivación económica. Esta feria está ubicada en la pista del estadio, en donde hay controles permanentes del personal municipal y policial.
Olber Molina, artesano que confecciona balones a mano, es uno de los pocos que sigue en este oficio, dijo que este año salió con entusiasmo y con la esperanza de vender sus productos.
EL DATO Los ciudadanos también pueden visitar las ferias de Quero y Cevallos.
“Sí ha venido gente, pero esperamos que entre lunes y martes el movimiento sea mejor», expresó el artesano.
En Ambato también se desarrollan las ferias en la Plaza Cívica Urbina, el parqueadero del Centro Comercial Popular Cristóbal Colón y en las terrazas del mercado Artesanal.
La mañana de ayer Jeaneth Robalino fue a la feria en la Urbina. La mujer estaba junto a su nieta de ocho años. “Vinimos juntas a dar un paseo, desde que es más pequeña siempre le llevo a la feria y le compro ollitas y una pelota de goma para que no se pierda la tradición, aunque ahora los niños ya casi no juegan con esas cosas”, manifestó.
Al igual que ella Andrés Jara, quien por primera vez llegó desde Guayaquil a Ambato, comentó que la ciudad le ha dado una gran muestra de lo que significa rescatar tradiciones y por eso espera que en los años venideros pueda regresar y ver en todo su esplendor la reconocida Feria de Finados de Ambato. (APQ)