5 de agosto de 1820

 POR: JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ

La gesta libertaria del 5 de agosto de 1820 fue motivada por los abusos cometidos por el déspota español Andrés de Castro, máximo representante del colonialismo en Esmeraldas, quien ordenaba el saqueo del oro del río Santiago y otros productos naturales. La poca o ninguna atención que los españoles dieron a la comunidad de Esmeraldas no permitió ninguna posibilidad de desarrollo, ni social ni urbanístico, ni cultural; hecho que permitió la unidad de un puñado de patriotas, como Vicente Calderón, Ramón Estupiñan y Flores, el comerciante Víctor Manuel Lavayen, y el español José Ferrer, además recibieron el respaldo del soldado Juan Manuel Muriel.

Para la época, el alcalde de Esmeraldas era Ramón Yépez, quien representaba los intereses de la corona española; han pasado mas de dos siglos desde la gesta libertaria gloriosa del 5 de agosto de 1820, sin embargo, los proceso democráticos para la designación de los alcaldes esmeraldeños, en resumidas cuentas es poco lo que han hecho por el desarrollo de Esmeraldas, y peor de Rioverde; seguimos sin servicios básicos, sumidos en la miseria, sin ninguna posibilidad de convertirnos en ciudad desarrollada. Con maestros que no quieren trabajar, estudiantes que no quieren estudiar, ciudadanos remedos de políticos, que solo ambicionan llegar a los cargos públicos para convertirse en los nuevos ricos, en fin, es una sociedad que ha perdido la vergüenza, es decir en términos éticos, es una comunidad quebrada, así no podemos rendir honores a nuestros héroes.

Insistiremos permanentemente, como dice Einstein, en la obligación que tenemos los ciudadanos de participar activamente en las decisiones comunitarias, en la designación de las autoridades honestas y con criterio, para algún día se cumpla nuestro sueño de tener una comunidad desarrollada, igual a los países nórdicos; con los mejores índices de educación, trabajo y honestidad; es la única posibilidad que tenemos para cambiar el paradigma actual, educar a nuestros niños en valores y tecnología; con una ciudad moderna y segura, con agua suficiente, calles, puentes, playas con hoteles, seguridad jurídica, lo que permitirá trabajo, bienestar y felicidad para todos, libre de corrupción y delincuentes.