El clásico ambateño

Juan Francisco Mora

No, este artículo no es un análisis deportivo, porque hablar de fútbol no es mi especialidad. Pero hablar del tradicional partido Técnico Universitario versus Macará es mencionar un hecho cultural propio de la ambateñidad.

En su libro “Fútbol a sol y sombra ‘, Eduardo Galeano describe al hincha como aquel loco apasionado por su equipo, que, además, desea con la misma intensidad que su eterno rival fracase en sus aspiraciones deportivas.

Descripción que, más o menos, aplica a lo que sienten las hinchadas locales respecto del equipo de sus amores y su compañero de patio; sentimiento que ha encendido la fiesta del fútbol en nuestra ciudad en los últimos días.

Sería muy emocionante que la actual fiebre de las hinchadas locales la pudiésemos vivir para disputar la final del campeonato nacional o un torneo internacional… en todo caso, esta disputa por el ‘no descenso’ se la ha sentido casi casi con la misma expectativa.

En fin. Previo al inicio del partido los ambateños hemos cruzado apuestas, retado alegremente a los rivales y hasta hemos lanzado predicciones del resultado final. Le añadimos una pizca de sufrimiento con la posibilidad de que se juegue con una sola hinchada y un poco de tensión cuando las entradas se agotaban.

Familias, amigos y compañeros divididos temporalmente por el equipo de sus amores, esa es parte de la identidad local. Luego del resultado, sea cual sea este, todos volvemos a juntarnos y a seguir con la vida… claro, luego de pagar las respectivas apuestas.

El clásico ambateño es parte del ADN local. Hinchar por los celestes o los albirrojos es un sentimiento inexplicable que se transmite de generación en generación y que alimenta la tradición futbolera de nuestra ciudad.

En esta ocasión el ‘clásico’ se vistió de rojo y blanco. Pero más allá del resultado, se escribió una nueva página en la historia del fútbol local que traerá recuerdos, memorias y nos dará más razones para seguir hinchando con más fervor por la camiseta de nuestros amores.