Hay un discurso que el gobierno debe empezar a superar: la vacunación. Todos estamos de acuerdo con que su plan más exitoso y efectivo ha sido el de la obtención y compra de vacunas, junto a su masiva distribución a nivel nacional. ¡Imagínese si el manejo de la pandemia hubiese seguido en manos de Moreno! ¿O no recuerda la penosa foto junto al primer lote de tan solo 8,000 vacunas? Pese a todo, Dios nos quiere…
Pero bueno, aunque el argumento es útil para salvar los muebles de este primer año de gobierno, hace rato que perdió vigencia y siendo aún más sinceros, ya cansa. El grueso de la población quiere ahora que empiece a cumplir con lo prometido en campaña, sobre empleo, crecimiento económico, atracción de capitales y más. Pasa que el común de los ecuatorianos vive con poco en sus bolsillos y todo lo encuentra caro. Claro, no somos tontos y sabemos que factores externos y el manejo político del país de los últimos años, tiene un claro impacto en la economía de hoy; sin embargo, lo que se espera es que empiece a administrar conscientemente. Me explico mejor: que priorice la inversión social antes que agradar al FMI, por ejemplo.
Por otro lado, el gobierno debe abandonar ese estado actual de supervivencia e incertidumbre política y asumir el liderazgo que ha perdido. ¿Lo urgente? Los 90 días que tiene por delante tras la “tregua” ofrecida por el movimiento indígena para conversar sobre los 10 puntos que proponen para el país. Aquí el riesgo es alto y aunque para muchos puede ser improbable, el mínimo paso en falso podría ocasionar que vuelvan a las calles. Nos guste o no, de una forma u otra, quienes salieron a protestar (los genuinamente preocupados por el país, no los delincuentes disfrazados de resistencia) representaban el clamor popular ante la falta de planificación, obras y reactivación económica.
Lo otro y no menos importante, es que el gobierno debe cambiar radicalmente la forma en la que comunica sus decisiones. No hace falta verlo todos los días, ni que nos inunde con cadenas nacionales, pero su presencia es importante en el debate social. Basta de ese supuesto “trabajo silencioso”, una forma adicional de rendición de cuentas a la ciudadanía, es que nos cuente a todos qué está haciendo y principalmente que ha vuelto a escucharnos. Veremos.
@ItaloSotomayor
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