A raíz del destructivo ensayo de toma del poder por parte de la Conaie, nuestro país casi ha entrado en un estado de coma: la institucionalidad ha sufrido un duro golpe, habiendo estado ya maltrecha por los malos manejos de los dos gobiernos anteriores; la economía con un panorama negrísimo, pues ha recibido tras cuernos palos, de octubre 2019 a la pandemia y a junio 2022, con pérdidas enormes ya experimentadas pero que crecerán por las exigencias despiadadas de los dirigentes mariateguistas; la unidad del país resquebrajada; la capacidad de acción del Estado enferma; la justicia prostituida…
Pero la justicia no solo actúa como meretriz de puerto piratesco, sino que también ha caído víctima del olvido, por no decir atropello, de quienes debían velar por ella: el gobierno y la Conaie llegaron a acuerdos, en la verdad de los hechos, más que acuerdos, acta de rendición de las autoridades electas por el pueblo frente a los violentos sostenedores de doctrinas extremistas. En dichos acuerdos no se tuvo en cuenta para nada a todos los perjudicados por las acciones destructivas de los maoístas, ni una palabra sobre la reparación de daños, ni sobre soluciones a sus pérdidas económicas (sin hablar de las emotivas y psicológicas). En la mesa de los acuerdos no se acordaron del 90% de ecuatorianos, sobre todo de quienes viven al día.
Muchos ecuatorianos, sin el poder de la Conaie (no hemos salido con armas a enfrentar a la fuerza pública, no hemos cerrado carreteras, no hemos impuesto una rebaja en los precios de los combustibles, catastrófica para la economía…), vivimos con el temor de lo que, sin lugar a dudas, sucederá después de los 90 días de plazo dados graciosamente por los dueños del país a un gobierno sin capacidad de reacción, tanto más que ellos mismos lo dijeron: “el Movimiento Indígena da por levantado (sic) la primera etapa del #ParoNacionalEcuador”. ¿Qué nos espera? ¿Podrá el gobierno arbitrar medidas preventivas para impedir otra oleada de odio y violencia superior a la ya vivida? ¿Los tontos útiles preferirán hundir al país con el gobierno?