En Tungurahua el 80% de las familias están conformadas por entre dos y cuatro personas. Según expertos este fenómeno obedece a varios factores.
El 18,5% de familias en Tungurahua tienen entre cinco o más miembros, mientras que casi el 80% están entre cuatro o menos integrantes. Esto según datos del último censo realizado por el Instituto Ecuatoriano Nacional de Estadística y Censos (INEC) en el Ecuador.
Otras provincias como Carchi registran un 18,9% de familias numerosas, así como Pichincha con un 16,8% y Galápagos con el 14,8%.
Posibles causas
Pero, a qué obedece este fenómeno, cuando hasta 2010, las familias censadas por el INEC en aquel entonces estaban conformaban de cinco hasta siete miembros en sus familias.
Antonio Muenala, sociólogo y docente universitario, sostuvo que todo se debe a que, la generación de los millennials proviene en su mayoría de una crianza dada por gente de la generación X, “esas personas que entre los años 60 y 70 eran grupos de hermanos de ocho, 10, 12 personas porque cuyos padres traían hijos al mundo porque así lo quería Dios y conformaron familias numerosas”.
Según el experto, las carencias de algunos, las incomodidades, abandonos, desatinos, y hasta trastornos psicológicos en el entorno en el que fueron creciendo, son muchos de los factores que invitan indiscutiblemente a la reflexión a la hora de agrandar la familia para los millennials.
EL DATO Morona Santiago es la provincia del Ecuador con más familias numerosas según el último censo del INEC con el 29,3%.
“Esta situación, sumado a esa digitalización de la vida por las redes sociales, al acceso inmenso y libre de información, a la actualización del mundo en si mismo, literalmente modificó el chip de los adultos jóvenes de hoy en día, estos que se preocupan de mejorar condiciones de vida, de ser laboralmente activos, competitivos y donde el tiempo apremia para todo”, mencionó.
Para Muenala, este también es el resultado de un grupo activo más educado, más informado y mujeres más empoderadas, pues antiguamente, “la mujer era vista solo como la persona que a mí como hombre me va a dar hijos. Nuestras abuelas nunca fueron consultadas sobre sí querían embarazarse, ni nuestras madres, simplemente se dejaron hacer hijos porque para eso se habían casado, esa era la creencia”.
El sociólogo aseguró que la tendencia a que las familias cada vez sean más cortas, es un fenómeno que va a suceder, e incluso, sostiene que algunas de hecho ni siquiera querrán atreverse a la paternidad o maternidad porque el chip ya será otro, “donde viajar, trabajar, surgir profesionalmente, serán los parámetros de vida y no la de criar a otras personas, las generaciones siguientes y su perspectiva hacia el mundo será otra que se perfila a preferir no procrear”.
Finalmente, para Muenala también es importante que se tome en consideración la migración, este otro fenómeno que ha decir de él, ha jugado un papel importante en la desintegración familiar y la reducción de las mismas. (MAG)
TOME NOTA La generación X está comprendida en grupos etarios nacidos entre 1965 y 1980, mientras que los millennials son aquellos nacidos entre 1981 y 1996.
Empoderamiento femenino
Martina Iñiguez, abogada y activista en pro de los derechos de las mujeres, aseguró que, “hoy en día estamos más informadas, más empoderadas, rompimos el ciclo que hasta nuestras mamás llegó al ser vistas solo como el conducto para dar continuidad al legado”.
“Esto fue fundamental porque ahora ya nuestro pensamiento es otro, mi cuerpo es mi decisión, yo soy una compañera de vida, una esposa, una pareja y ya no solo la persona con la que te juntas porque te va a dar hijos, hoy somos validadas en todos los aspectos”, dijo.
Para Iñiguez, el haber salido del pensamiento cosificador que los hombres tuvieron sobre las mujeres es un logro y aunque falta camino por recorrer, están aquí para seguir luchando y demostrando que no solo pueden ser mamás, “que una familia también es familia, aunque no haya niños de por medio”.
“Debemos entender que, a como está el mundo, la violencia, la contaminación, para mí personalmente no es un sitio en el que quisiera que un hijo mío creciera, siendo este el mismo pensamiento que muchas mujeres jóvenes tenemos”, aseguró.
Realidad
“Crecí entre siete hermanos, soy la última y siempre, aunque mis papás se esforzaban por darnos todo, yo crecí entre carencias y eso no es algo que quise replicar en mi propia familia, tengo una nena de 2 años y otra de 4 y es todo de mi parte”, dijo Ana Lucía García, de 31 años, ciudadana.
Caso similar es el de Ronal Cuarán de 26 años, quien dijo que no quiere tener hijos. “Es una decisión que tomé desde hace mucho, mi mamá crió sola a mí y a mis dos hermanos, viví mucho dolor en ese sentido y no creo que esté listo o preparado para vivir la paternidad, así que, tener bebés no es algo que tenga considerado”, mencionó.