Tras dos años de pandemia el impacto psicológico sigue latente

La tristeza, ansiedad y desolación son los sentimientos más presentes.
Efectos.La tristeza, ansiedad y desolación son los sentimientos más presentes.

En una encuesta del Observatorio de Tendencias, impulsado por la distribuidora farmacéutica Cofares, que desde hace dos años realiza un seguimiento de los hábitos de la salud y la preocupación de la población tras el coronavirus, se evidencia los problemas psicológicos que ha dejado la pandemia.

Este informe, difundido cuando se cumplieron dos años del primer estado de alarma por COVID-19, se centra en los efectos de la covid en la salud mental.

 

Cifras

La tristeza alcanza al 85% de la población, el cansancio al 82,9% y la irritabilidad al 81,3%. Un 76,8% de los encuestados admite dificultades de concentración.

El 66,4% no cree que el coronavirus se convierta en un virus endémico -como la gripe- hasta dentro de más de un año, lo que ahonda la sensación de agotamiento; el 33,6% opina que esto ocurrirá en los próximos meses.

 

TOME NOTA 
La Generación Z, entre 18 y 25 años, es la que ve 
más lejos el fin de la pandemia (71,2 %).

 

Otras emociones, sensaciones y efectos han irrumpido en este segundo año de la pandemia con mayor fuerza, según este estudio, como la indefensión, que siente el 77%; la dificultad para dormir un 72,2% y la pérdida de apetito el 44,8%.

Las sucesivas olas del SARS-CoV-2 han afectado más psicológicamente y en agotamiento mental a la Generación Z, con el 94%; los Millennials (26-35 años) con un 89,6 %; la Generación X (36-55 años), con un 82%; y los Boomers (+ de 55 años), con un 77,7%.

Por género, las mujeres son quienes manifiestan haber experimentado más los síntomas de la pandemia tras dos años conviviendo con el virus y las continuas restricciones con 89% del total de los encuestados.

EL DATO
Esta encuesta del Observatorio Tendencias de Cofares se realizó 
online entre el 24 y el 27 de enero de 2022, sobre una muestra 
de 1.076 personas, en un universo de adultos de 18 a más de 55 
años con cuotas por sexo, edad y zona, de manera representativa 
de España.

 

Realidad local

Si bien este estudio se realizó en España, para la psicóloga Samanta Zambrano estas cifras no distancia mucho de lo que ocurre en América y por ende el Ecuador.

Recuerda que desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se menciona que la emergencia del coronavirus ha generado altas dosis de estrés en toda la población.

Así también, cataloga a las enfermedades mentales como una “epidemia silenciosa” que ya afectaba a América antes de la aparición del COVID-19, con la depresión y la ansiedad como dos de las principales causas de discapacidad en la región, las que se suman a los altos índices de consumo de alcohol.

La especialista sostiene que, aunque se conozca cada vez más sobre el COVID-19, las noticias de los repuntes de contagios, nuevas cepas y la muerte de las personas a causa del virus, aunque cada vez sean menos, generan preocupación que, si se vuelve excesiva, puede desembocar en ansiedad y depresión.

Zambrano menciona que la ansiedad y depresión tienden a ir de la mano, aunque la ansiedad se manifiesta con síntomas como ataques de pánico, fatiga, preocupación excesiva, etc., ambas condiciones afectan emocionalmente a las personas, por lo que si la presión es demasiada se debe buscar ayuda profesional para retomar la tranquilidad.

CIFRAS

– 85% de la población asegura sentir tristeza a causa de la pandemia.

– 82,92% de las personas se sienten cansadas ante esta situación.

– 76,8% de los encuestados admite dificultades de concentración.

 

Casos

Andrés Jaramillo, universitario de 23 años, comenta que en su familia únicamente su papá tuvo covid, pero desde el inicio de la pandemia se le ha generado un nivel de ansiedad para prevenir el contagio que lo llevaron a retraerse inclusive de sus padres y hermanos.

“Esto en serio me aterraba y con el aviso de que regresamos a clases presenciales fue peor, por eso ahora estoy yendo al psicólogo para desprenderme de esos temores y de alguna manera regresar a la normalidad”, dice el joven.

Un caso similar es el de Jesús Sailema, taxista desde hace 21 años y cuenta que se ha contagiado tres veces y en el pico de la emergencia sanitaria perdió a dos hermanos y una tía.

Para él ha sido difícil reponerse emocionalmente y cuenta que, desde la muerte de su hermano menor, el dormir y comer bien se le ha complicado.

“Aunque las restricciones se eliminen yo pienso seguir cuidándome y cuidando a mi familia porque no sabemos cuál será el ‘número ganador’ y nos toque nuevamente perder a un ser amado por el coronavirus», puntualizó el chofer profesional.

TOME NOTA 
Los pacientes con depresión frecuentemente tienen insomnio, 
ganancia o pérdida de peso, y cambios de ánimo severos.

 

Cuida tu cuerpo

  • Duerme lo suficiente. Acuéstate y levántate a la misma hora todos los días. Sigue tu horario habitual de sueño y vigilia, aun si te quedas en casa.
  • Haz actividad física de manera regular. La actividad física regular y el ejercicio pueden ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.
  • Come de manera saludable. Elige una alimentación equilibrada. Evita la comida chatarra y azúcar refinada.
  • Limita el tiempo frente a las pantallas. Apaga los dispositivos electrónicos durante cierto tiempo al día, incluso entre 30 y 60 minutos antes de acostarte.

Cuida tu mente

  • Reduce los desencadenantes de estrés. Para ello mantén tu rutina habitual. Mantener un horario diario habitual es importante para tu salud mental.
  • Mantente ocupado. Las distracciones saludables pueden alejarte del ciclo de pensamientos negativos que alimentan la ansiedad y la depresión.
  • Disfruta de pasatiempos que puedas hacer en casa, como leer un libro, escribir en un diario, hacer manualidades, jugar o cocinar una nueva receta.
  • Concéntrate en pensamientos positivos. Elige enfocarte en las cosas positivas de tu vida, en lugar de hacerlo en lo mal que te sientes. Considera comenzar cada día con una lista de las cosas por las que estás agradecido.
  • Establece prioridades. No te abrumes al crear una lista de cosas que te cambiarán la vida y que quieres lograr mientras estás en casa. Fija metas razonables todos los días y haz un esquema de los pasos que puedes seguir para lograrlas.