Revictimización, frena a las mujeres para denunciar a sus agresores

Muchas mujeres que han sido víctimas de violencia prefieren no acusar a su victimario por la revictimización a la que son sometidas.
Angustia. Muchas mujeres que han sido víctimas de violencia prefieren no acusar a su victimario por la revictimización a la que son sometidas.

Las mujeres aseguran que es necesario que los procesos de atención a las víctimas de violencia se mejoren y optimicen para que los procesos en contra de los victimarios sean más ágiles.

La revictimización es toda acción u omisión que lesione el estado físico, mental o psíquico de la víctima, convirtiéndola nuevamente en víctima al recordar una y otra vez el agravio o agresión sufrida.

Esto fue lo que le pasó a Andrea Ch. de 28 años trabajadora del sector público quien fue acosada por uno de sus compañeros.

«Primero fui a Talento Humano, ahí me tocó contar lo que había pasado y hasta enseñarles los mensajes, primero obscenos y luego, de odio que me mandó el tipo ese. Después pasaron mi caso a planta central y de ahí tuve que contra todo de nuevo. Ahí me dijeron que tenía que poner una denuncia y con eso volver a contar todo lo que me había pasado», explicó la mujer.

Ante esto comentó que decidió dejar las cosas ahí para «ya no contar todo una y otra vez, es terrible que no se maneje bien esto porque es feo tener que contar lo mismo una y otra vez como disco rayado».

Mery, de 33 años vivió una experiencia similar, pues un ‘amigo’ empezó a hacerle propuestas indecorosas de manera explícita y aunque intentó pedir ayuda legal, “tan solo de pensar todo lo que tenía que hacer y el contar una y otra vez lo que me pasó preferí dejar ahí las cosas”.

“Aunque se habla mucho sobre el cuidado de las víctimas, aquí el sistema sigue revictimizándonos y por eso muchas preferimos no hacer ningún tipo de denuncia en contra de quienes nos agreden, sobre todo si eso no tiene que ver con golpes que dejen marcas”, recalcó Mery.

TOME NOTA 
Sentimientos de culpa, retraimiento social, marginación y asumir una posición de aislamiento y separación del proceso de justicia, son algunas de las consecuencias que genera la revictimización.

 

Precautelar lo derechos

Rafael Silva, secretario ejecutivo del Consejo Cantonal para la Protección de Derechos de Ambato (Ccpda), destacó que algo esencial es dar la información adecuada de que en el país existe todo un sistema de protección de derechos que vela por el bienestar de las víctimas sin que estas sean revictimizadas.

“Esto implica que en cuanto la persona que ha sido violentada y llega hasta una de las organizaciones de ayuda, debe hacerse un proceso prolijo que permita armar un informe completo para que conforme se vaya avanzando en el proceso todas las instituciones puedan conocer de manera exacta los hechos y así precautelar a la víctima”, resaltó Silva.

El Director Ejecutivo del Ccpda señaló que llevan adelante capacitaciones permanentes con otras organizaciones públicas y privadas para que el tratamientos de las mujeres que han sido víctimas de violencia sea el adecuado y así se les brinde la mejor atención para superar el episodio traumático por el que han pasado.

Así también, exhortó a las víctimas a no dejar de seguir las acciones legales necesarias para que los victimarios sean procesados.

Sobre este tema Cecilia Chacón, activista por la defensa de los derechos de las mujeres y exsecretaria de Derechos Humanos en Ecuador señaló que es necesario “enfatizar que cuando la justicia tarda no es justicia y eso también es revictimización”.

Señaló que se requieren más operadores de justicia sensibilizados y que se debe reevaluar la atención que se da a las víctimas de violencia, pues ellas requieren de servicios cada vez más claros y oportunos. (NVP)

 

 

Aspectos que se deben cuidar debido que se puede revictimizar cuando:

  • Existe poca o es insuficiente la infraestructura para brindar atención integral y especializada.
  • Los servicios son inaccesibles o cuando estos servicios no cuentan con un ambiente adecuado.
  • El personal es insensible ante la situación, no genera empatía.
  • Las esperas prolongadas para las personas.
  • Poca conciencia sobre las necesidades de las víctimas.
  • Falta de equipos multidisciplinarios especializados.
  • Esperas largas para la prestación de servicios.
  • Excesiva burocratización del sistema.
  • Falta de protocolos para la atención y referencia a servicios.