Con 107 años Juan Sandoval ha ayudado a construir la historia de Ambato

Su pequeña casa en la calle Tupac Yupanqui muestra su esencia humilde, pero firme y fuerte.

La historia de Juan Sandoval está íntimamente ligada al crecimiento de Ambato. Desde los 10 años empezó a trabajar en la Procuraduría, lo que hoy es la municipalidad.

La historia de las ciudades no solamente la hacen sus casas, calles o libros, esencialmente está hecha de la gente que a diario brega por construir un mejor futuro para sí mismos y sus familias.

Juan Antonio Sandoval Chango es una de las muestras vivas de esa historia que cobija a Ambato.

Con 107 años de vida, su trabajo dentro del Municipio de Ambato, la iglesia La Matriz y los adoquines de varios sectores de la ciudad, dejan una huella resistente de lo que implica la ambateñía.

Al contar todavía con su presencia, como uno de los hombres más longevos de la ciudad y la provincia, sus 10 hijos (tres muertos), 31 nietos, 48 bisnietos, 20 tataranietos decidieron celebrar su vida.

 

El ‘Cascajo’ Sandoval, jugador del América de Ambato, era hermano de don Juan Sandoval.

Esta amplia descendencia la disfrutó en gran parte con su esposa Matilde Chasi, quien fue el gran amor de su vida, pues ella, con tan solo 16 años y el 17, decidieron unir sus caminos y recorrer juntos por alegrías y penas que los llevaron a disfrutar de su existencia sin remordimiento alguno.

 

Una vida dedicada a la ciudad

Las velitas de los 107 años trajeron consigo un sinnúmero de recuerdos que se mantienen lúcidos en su memoria.

Al pie del mirador de la calle Tupac Yupanqui, sentado en su silla de ruedas y rodeado de una parte de su numerosa familia, don Juan recuerda, de manera lúcida que al provenir de una familia pobre no tuvo más remedio que trabajar desde corta edad, sus inicios dentro de la construcción los hizo en la iglesia, en ese entonces La Matriz (catedral).

Poco tiempo después, en la casa de Justo Aníbal Vásconez (papá) pudo conversar con él y desde ese momento fue vinculado a la Procuraduría, lo que ahora es la municipalidad, entidad de la que se deslindó, por jubilación, luego de 70 años de servicio en los que estuvo comprometido con el crecimiento de la ciudad.


Desde los 8 años la pobreza lo orilló a buscar trabajo. Con tan solo 10 años ayudaba en 
la Procuraduría, ahora el Municipio de Ambato, entidad en la que laboró por 70 años.

Eso le mereció ser nombrado como Director de Obras Públicas Ad Honorem en la administración del alcalde Luis Amoroso Mora.

Con la voz temblorosa y hablando bajito, pero muy claro, cuenta que su amor por Ambato nunca ha dejado de ser y así se mantendrá hasta el último de sus días.

“He cumplido 107 años, he vivido y disfrutado, ahora estoy un poco enfermo y les agradezco a todos por compartir este tiempo conmigo, pues no sabemos si este será el último cumpleaños”, dijo don Juan cuando la voz empezaba a quebrarse por las emociones que vivía en ese momento.

 

Aunque su salud está un poco resquebrajada, su mente no logra estar lúcida todo el tiempo y algunos de los recuerdos pueden confundirse u olvidarse en algún rincón de su memoria, su sonrisa traslada a sus hijos, nietos, bisnietos y tataranieto a recuerdos que los siguen llenando de ilusión.

Derroche de amor

Las velitas de los 107 años trajeron consigo un sinnúmero de recuerdos que se mantienen lúcidos en su memoria.

“Dijo que quería vivir hasta los 110 años, poco a poco se está logrando la meta, solo le pedimos a Dios que nos siga bendiciendo con su presencia”, comentó Mayra Sandoval, nieta de don Juan.

La mujer de 52 años sonríe y sus ojos se iluminan cuando recuerda que en las tardes iba a la casa, en la que ahora se celebraba el cumpleaños, a visitar a sus abuelitos y cuando don Juan llegaba del trabajo tenía una golosina, cocos con panela, eso les alegraba infinitamente el alma, porque esa una muestra de que él se acordaba de ella y sus primos durante su jornada diaria.

 

Juan Sandoval es un apasionado del fútbol y fue uno de los hinchas del América de Ambato.

 

Además, Mayra tiene vívidos los domingos cuando su abuelito la llamaba y calladito le daba para la semana de colación, “esas experiencias no tienen precio y agradezco el haber sido parte de su vida y de un tiempo que ahora, porque cada uno coge su camino, no puede volverse a disfrutar más que en los recuerdos”.

Para Olga Sandoval, quinta de las hijas del matrimonio entre don Juan y su esposa Matilde, su padre fue un hombre firme y decidido, eso les permitió a ellos conocer de cerca los caminos correctos de la vida y por ello está agradecida porque “gracias a su amor, dedicación y corrección logramos ser personas de bien y eso lo que más valoramos del hogar en el que nos formamos y esa es la mayor herencia que podemos tener”.

Longevidad

Juan Sandoval, el último de 10 hermanos, dice que no hay nada más importante que el poder de Dios para que su padre ahora haya cumplido 107 años.

La buena alimentación es otro punto que cree ha sido indispensable para que su padre haya pasado el siglo de vida, pues “antes se alimentaban con productos sin químicos y tantas cosas que se ven actualmente, eso nos ha dado la dicha de compartir con él tanto tiempo”.

Recalca que la actitud ante la vida y la alegría para hacerle frente a todo lo que ha pasado en su largo transcurrir por este mundo, también han contribuido a que en este 2024 haya celebrado su cumpleaños 107. (NVP)