Como cada año, el malestar es común en la mayoría de los padres de familia de las instituciones educativas fiscales de Tungurahua por el cobro de aportaciones para mejora de las aulas. Muchos tienen documentos del pedido, pero pocos se atreven a exponerlo.
A decir de los representantes, el temor a las represalias por parte de profesores, autoridades y los mismos directivos de los Comités de Padre de Familia hace que se queden callados, pues este es un problema que se vive cada año, no solo al finalizar el periodo lectivo sino también al iniciar.
Los famosos aportes ‘voluntarios’ que los padres deben poner en cada grado para las adecuaciones en la infraestructura de los establecimientos educativos, cada vez serían más excesivos.
Realidad
En varias instituciones educativas se habla de cientos de dólares que se obligan a entregar por parte de cada padre para mantener en óptimas condiciones los establecimientos.
“Cada año es la misma historia, ahora ya no se conforman con el aporte de mano de obra que se realiza a través de mingas, ahora es obligatorio poner al menos 5 dólares por estudiante solo para dejar pintada el aula y los pupitres”, comentó Irma Cargua, madre de un estudiante.
Otra madre de familia de una unidad educativa del centro de Ambato aseguró que varios padres están indignados debido a que a inicios de año ya aportaron con 5 dólares por cada niño, sin embargo, las autoridades pidieron que se colabore nuevamente para las adecuaciones de la institución.
EL DATO Hasta 100 dólares por aula entregaron, en algunas instituciones educativas, entregaron los padres de familia al inicio del año lectivo.
“No es posible que cada vez quieren más dinero, luego nos dan un informe en el que se gasta en mariachis y homenajes a los maestros cuando las cuotas son para la adecuación de las aulas”, dijo.
Mientras que Sergio Barona, padre de familia, aseguró que en la escuela de su hijo solicitaron 100 dólares por aula a inicio de año y se supone que era para las adecuaciones y trabajos en la institución, sin embargo, para sorpresa de todas las autoridades solicitaron que deben obligatoriamente dejar pintadas las instalaciones tanto internas como externas de la institución.
“Nos dieron incluso los códigos de los colores de las pinturas pues exigen que se deje con los colores institucionales”, comentó.
A decir del padre de familia, están conscientes que se debe colaborar, pero cada año lectivo se incrementan las cuotas y el Gobierno se deslinda de las responsabilidades que tiene con la institución.
TOME NOTA Desde hoy se desarrollarán mingas para las adecuaciones en diferentes escuelas fiscales.
Autoridad
Desde el Ministerio de Educación, se indicó que no existe ningún tipo de disposición para cuotas y que conforme a lo establecido en el artículo 140 del Reglamento de la Ley Orgánica de Educación Intercultural y en los lineamientos Gubernamentales sobre la aplicación de medidas de previsión, contención, estabilidad emocional y económica de la comunidad educativa; solicita que se aplique la veeduría ciudadana para comunicar de forma oportuna sobre las acciones que contradigan la prohibición expresa del pago de cualquier tipo de contribución económica.
Alexandra Bautista, directora Distrital de Educación, manifestó que siempre debe existir la corresponsabilidad entre toda la comunidad educativa, además, mencionó que es importante generar una cultura de apoyo y de organización para velar por los espacios donde se educan los niños.
“Son los Comités de Padres de Familia quienes deciden cómo apoyar y en que apoyar a la institución educativa y en qué áreas intervenir”, dijo.
EL DATO El año lectivo termina hoy en la Sierra y Amazonía.
Análisis
Para Rubén Solís, consultor educativo, el que los padres de familia aporten de forma económica no significa que se encuentren vinculados a la educación de sus hijos, por el contrario, lo que se está desarrollando es una apatía para con la comunidad educativa.
“Hasta hace algunos años, el factor común en las escuelas y colegios fiscales, si era el apoyo, pero con lo que podía la comunidad, es decir con mano de obra y en el sector rural hasta con alimentos, pero nunca se priorizaba el dinero”, dijo.
El experto aseguró que lamentablemente se ha normalizado la exigencia de recurso económico con el pretexto de que los padres de familia deben colaborar y ser corresponsables, además, de deslindar de la responsabilidad al Estado y permitiendo que los recursos destinados a educación sean utilizados en todo menos en mejorar las condiciones educativas.
“Hay instituciones educativas que nunca reciben recursos económicos a pesar de que existe la partida presupuestaria, entonces, ¿a dónde va ese recurso?, nadie responde aquello”, dijo. (FCT)