‘Gigantes de madera’ le dan un encanto especial a Pelileo

En El Carmen en Benítez in gigante le da la bienvenida a los turistas.

Ayudar a la memoria y romper el tiempo, contar historias, detener los segundos y nunca estar viejos, para recordar cuando una persona ya no esté o no sea la misma, son varias de las razones por las que la gente decide captar sus recuerdos en fotografías.

Con esa idea de fomentar que las personas capturen sus recuerdos en fotos en lugares especiales del cantón, en San Pedro de Pelileo se han creado espacios para que las familias y amigos puedan disfrutar de momentos especiales y capturarlos para siempre.

Así, en el cantón se creó la ruta de los ‘Gigantes de madera’ que muestran la habilidad de los artesanos pelileños y le brindan el espacio necesario para el deleite de quienes desean buscar lugares de esparcimiento.

Con ello, las autoridades recuerdan que Pelileo tiene  escenarios naturales hermosos, una gran diversidad cultural y variadas costumbres que engranan perfectamente con las amplia variedad turística con la que cuenta el cantón.

Los gigantes

A la llegada a El Carmen de la parroquia Benítez, una gran escultura le da la bienvenida a quienes llegan al sector. Habitantes de la zona aseguran que es común ver vehículos que se detienen y sus ocupantes salir a tomarse fotografías.

“Los fines de semana es mucho más común ver a la gente venir a tomarse fotos, además, como la cancha está justo tras la escultura los niños disfrutan de este lugar”, menciona Laura Paredes, quien vive en la zona.

Algo parecido pasa en El Rosario, su gigante está junto al parque de la comunidad, ahí los turistas de Pelileo y Tungurahua disfrutan de pasar momentos divertidos.

El Rosario también está resguardada por su propia escultura.

“La gente viene más los fines de semana, es divertido ver como se turnan para tomarse fotos, es bueno porque de alguna manera mueven las ventas de los pequeños negocios que hay aquí”, cuenta María Dolores Palacios.

El Complejo Turístico La Moya también acoge a uno de los ‘Gigantes de madera’. Junto a un colorido letrero de Pelileo Grande los turistas disfrutan de este espacio que cuenta con una amplia oferta de diversión familiar.

Todos los encantos de La Moya de complementan por la gran escultura de madera.

Siguiendo con el recorrido, en la Cruz de Cotaló también hay una de estas grandes esculturas que tiene como un majestuoso guardián al volcán Tungurahua.

Con el volcán Tungurahua de guardián en la Cruz de Cotaló también se puede disfrutar de un gigante.

El paisaje es maravilloso y si los visitantes cuentan con suerte pueden disfrutar a la ‘Mama’ Tungurahua en todo su esplendor. En el lugar el viento sopla fuerte, su sonido le da un misticismo especial al espacio, que puede ser capturado en fotografías y videos que perpetuarán su encanto.

La vía a Huambaló también está  custodiada por su propio gigante que muestra que la habilidad de los artesanos pelileños y atrae la mirada de quienes pasan a diario por el lugar.

Con un gran sombrero blanco e hilando, haciendo referencia a la cultura y tradiciones del pueblo Salasaka, en la comunidad de Chilkapamba está una gran escultura.

Junto al parque de Chilkapamba en Salasaca hay un gigante que hila las historias de los turistas que llegan al lugar.

También junto al parque, este gigante es el complemento perfecto para este tranquilo lugar en donde, además, se puede conversar con las personas que viven en la zona y tienen un sinnúmero de saberes que compartir con los visitantes.

Para cerrar el recorrido, también están las esculturas de Chiquicha y Bolívar que tienen un gran paisaje que le dan el punto mágico a las grandes esculturas de madera. (NVP)

 

Desde dos dólares cuesta la carrera más corta para ir 
a visitar a las esculturas.