En Salasaca esta costumbre convoca a miles de creyentes que pintan de color los tres días de celebraciones.
Fotografías y texto: Alex Villacis Guevara – Yuyay memoria
En caballos se los ve subir por el Teligote, hacen bulla con los pitos, llevan banderas y son la tropa de la fe, le rinden homenaje a San Antonio de Padua. No hay edad específica para pertenecer a este festejo, pues hay niños, adolescentes y adultos.
El capitán y el paje son personajes centrales en este festejo que se lleva a cabo en Salasaca, aquí los dos se esmeran para demostrar su fe a través del cariño hacia quienes colaboran en la fiesta y asisten como invitados.
Café con pan y sopa de res al medio día es el alimento que se sirve a todos sin distinción, la banda suena fuerte, se mezcla con el grupo tradicional que toca el tambor, bombo y pingullo.
Todo inicia en la casa del capitán y del paje, donde dependiendo del día hay una gran tarima instalada para que la banda y orquesta del momento acompañen a este festejo en honor al Santo.
Los preparativos y ejecución fueron hechos con toda la fe para San Antonio. La comida, vestimenta y fiesta son una muestra del cariño y devoción que guardan a esta imagen a la cual le atribuyen milagros y favores.