Yarina, un movimiento cultural y musical

Yarina,  un movimiento  cultural y musical
ELENCO. Ellos mantienen su vestimenta tradicional.

Plasmar sus raíces mediante la música inició como un medio de subsistencia. Aquí su historia.

Yarina es un grupo conformado por los hermanos Cachimuel, indígenas kichwas de la comunidad de Monserat, en Otavalo. Ellos desde hace más de 30 años sacaron a la calle su arte y su cultura para darlos a conocer en el país y en distintas partes del mundo.


El conjunto surgió de una iniciativa que tuvieron Manuel Cachimuel y Rosa Elena Amaguaña, padres de los actuales integrantes, quienes formaban parte de un conjunto de personas dedicadas al servicio a la comunidad; fue ahí donde se dieron cuenta de la necesidad de plasmar su cultura en música que los represente y, así, se conformó en 1984 ‘Yawar wauky’, primer nombre de la agrupación que significa ‘Hermanos de sangre’.


“En todo este tiempo las comunidades indígenas han vivido en una extrema pobreza y, haciendo música, los 11 hijos ayudaban a la economía familiar. Si bien es cierto, no siempre había paga, de pronto en las comunidades se regalaban comida o cosas así, que más allá de responder a una cuestión cultural, también era considerada como una necesidad de vivir y alimentarse”, cuenta Nazim Flores, actual productor y percusionista de la agrupación.


El nombre tuvo una transformación pensando en términos de pronunciación, puesto que según comenta Nazim, la gente los identificaba a través de una canción que hablaba sobre recordar a los hermanos y a la familia, esta llevaba el nombre de ‘Yarina’. “La pronunciación resultaba más fácil para las personas que seguían nuestra música y finalmente quedó el nombre instaurado de esa forma”, agrega.

Yarina,  un movimiento  cultural y musical
INSTRUMENTO. Han incorporado el violín en sus canciones para dar un realce a la composición.

Historia


En la actualidad, la mayoría de sus integrantes residen en EE.UU., uno a uno de los hermanos viajaron hacia este país y ahí emprendieron este arduo trabajo. “Roberto, actual director musical, fue el primero en migrar para estudiar música en la universidad y, una vez que estuvo allá, fueron viajando los demás”.


Al principio, el grupo trabajaba fuerte tratando de posicionar su nombre y su música. “Empezamos vendiendo nuestra música en casettes en las calles de Quito y así lo hicimos fuera de Ecuador también; tocando en plazas, parques pidiendo permiso para vender nuestro material, fue un arduo trabajo”, añade.


Por varios años, Yarina anduvo en ese trajinar, hasta que en el año 2001 cambió su realidad, puesto que migraron a Boston y se radicaron allá, consiguiendo muchos logros hechos en base a sacrificio. “Una de las características con la que debe contar el artista callejero es la calidad. Nosotros teníamos la meta de vender 100 discos al día y si la gente lo compraba era porque en verdad la agrupación plasmaba excelencia”, menciona.


En 2005, Yarina ganó un premio muy importante para ellos, pues les abrió las puertas a escala mundial, “Lo nuestro es una gestión cultural permanente, sobre todo de inclusión, porque representar a una cultura indígena por muchos años se ha estado relegando”, señala.


El haber trabajado en las calles y surgir en el ámbito artístico, tanto por su talento y cultura como por su forma de ver el mundo, es lo que más destaca Yarina.

«Los seres humanos somos naturaleza y cantamos para enaltecer lo hermoso de la vida, el mundo y nuestra cultura”.

Nazim Flores
Productor y percusionista de la agrupación


Su productor afirma que en lo personal él le da muchísima gratitud a la labor realizada en las calles, puesto que les ayudó a perfeccionar su trabajo y a saber lo mucho que cuesta forjarse como artista. “El mismo público que nos veía en las calles, nos ve ahora en los teatros y grandes escenarios, es algo fantástico porque se da aún la misma entrega en el escenario”, subraya.


Además, Nazim manifiesta que en cualquier profesión es difícil iniciar porque nadie sabe que eres bueno, en la música se necesita dejar la mediocridad y poner muchísimo sacrificio para luego plasmar lo mejor… “Decir que ha sido fácil y que hay apoyo para los indígenas en instituciones públicas no es del todo cierto, se hace sencillo en la medida que tienes el apoyo popular”, informa.


Durante todo este tiempo, la inspiración para sus creaciones se basa en la vida, el amor y la familia, y con cada una de ellas dan a conocer su cultura y tradiciones emblemáticas de su pueblo. Ahora son reconocidos a escala internacional y traspasan fronteras plasmando en sus creaciones su cosmovisión indígena y su modo de vida.

Internacionales


Fueron parte del Concierto Mundial a Favor del Medio Ambiente Live Earth. Se han presentado en escenarios como: el Lincoln Center (NY), Kennedy Center (WDC), The Native Museum Of American Indian del Museo Smtihsonian, Pequat Museum del Fox Wood Casino y teatros de Broadway en (NY). (MLY)