CARLO CELI
Un día soleado y con favorable clima acompañó a los artistas, ayer sábado 24 de marzo, en la segunda jornada del Festival Estéreo Picnic (FEP) que se realiza en Bogotá y que culmina hoy.
También fue la fecha donde La Máquina Camaleón (LMC), única banda ecuatoriana en el cartel de artistas, tuvo la oportunidad de presentarse.
La despejada tarde acompaño al ecuatoriano Felipe Le, líder de LMC, en la interpretación de sus temas, algunos de ellos que serán parte de una nueva producción.
«El concierto está dedicado a los dos grandes pilares de mi vida, mi mamá y mi abuelo» expresó emotivo el vocalista para después dar rienda suelta a sus canciones.
Una gran cantidad de ecuatorianos llegó al escenario de los ‘camaleones’ y no paró de gritar. Hasta hicieron ‘mosh’ (baile rudo y desaforado) durante una de sus interpretaciones, algo que durante los dos días del festival todavía no se ha visto.
Ya en la parte final del show, Felipe Le exclamó que «ya los estaban botando», ya que la banda estaba con el límite de tiempo que tenía para su presentación y los productores del festival les dijeron que no podían tocar más. Como respuesta, Felipe se retiró del escenario, no sin antes patear fuertemente el pedestal de su micrófono con mucho enojo, a esto algunos miembros de la banda también le siguieron, ante un público que pedía una canción más.
Otra de las sorpresas de la tarde fue la presentación de la guayaquileña Paola Navarrete durante los dos temas finales de la banda. La ecuatoriana fue recibida con euforia por los asistentes.
Otro ecuatoriano
Pero Navarrete no fue la única sorpresa ecuatoriana de la jornada, Mateo Kingman se subió como invitado a cantar un tema junto a Moügli, banda bogotana que tiene un estilo muy parecido al del ecuatoriano, con toques de música ancestral, rock y sampleos electrónicos.
Entre los artistas que más brillaron en el Picnic también se encontraron Marc Demarco, quien puso el toque indie a la noche, uno de los más esperados.
Luego, el hip hop se apoderó del escenario principal con De La Soul, el veterano trío neoyorquino que animó al público entre coros y baile al mejor estilo ‘old school’.
Los duros de la jornada llegaron después. Los colombianos de Bomba Estéreo entraron con un discurso ecológico y medioambiental. «Si se termina la vida, se termina la música», se podía leer en uno de los mensajes de introducción al concierto.
Luego ingresó al escenario la banda y la voz inconfundible de de Li Saumet colmó el lugar.
Las canciones de la agrupación calentaron la noche. La cumbia y la champeta con matrices electrónicos no dejaron que nadie se quede quieto.
Pero el punto alto de la velada faltaba y Gorillaz apareció a la medianoche para ofrecer un show nítido, una puesta en escena llena de músicos invitados y coristas.
La parte visual, escencial en la banda ya que es una parodia de una agrupación ficticia confirmada por dibujos animados, siempre se mantuvo en sincronía con la interpretación vocal.
La banda en vivo liderada por Damon Albarn, vocalista de Blur, se dejaba llevar por un performance muy divertido y por momentos hilarante. Antes del cierre, Damon explicó que el viernes había sido su cumpleaños número 50 y luego de eso, todo el público le cantó un sentido ‘Happy Birthday’.
La banda cerró con ‘Clint Eastwood’ uno de los más conocidos éxitos de la banda.
Juegos pirotécnicos cerraron el show de Gorillaz, en el único momento que llovió moderadamente.
Hasta el cierre del festival, la banda del Dj británico Simon Green puso la onda electrónica al día, hasta ahora, más concurrido del FEP.