Día sexto

Presentación

Escuchemos la voz del Sínodo:
“La vida de los jóvenes, como la de todos, está marcada por heridas. Las heridas de su propia historia, de las frustraciones, de las discriminaciones y de las injusticias sufridas; y de no haberse sentido amado o reconocido. Son heridas del cuerpo y del alma. Cristo, quien asumió la pasión y la muerte, a través de su cruz, se hace cercano a los jóvenes que sufren. También están las heridas morales, el peso de sus errores, los sentimientos de culpa por haber errado. Reconciliarse con las propias heridas es hoy una condición más que nunca necesaria para crecer en la vida. La Iglesia está llamada a apoyar a todos los jóvenes en sus pruebas y a promover acciones pastorales apropiadas.”

(Sínodo 2018, n. 67).
+Jorge Giovanny Pazmiño, O.P.
DIÓCESIS DE AMBATO

Oración inicial para todos los días

Dios de infinita bondad, que nos has amado tanto, que nos diste en tu Hijo la mejor muestra de tu amor, para que hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen María, naciera en un pesebre para nuestra salvación.

Te damos gracias por tan inmenso beneficio. En retorno te ofrecemos Señor, nuestra esperanza y deseo sincero de vivir solidariamente nuestras relaciones en familia y en comunidad. Amén.

Oración final para todos los días
Tú eres, María, la experiencia más bella del Evangelio. En ti, Dios se ha hecho buena noticia para la humanidad. Eres la mujer creyente, que acoge y guarda la Palabra: la mujer joven que entra en el plan de Dios, libre y gozosa. Eres estilo de vida, nueva y fascinante en la historia, eres, María, la Virgen bella y fecunda de Nazaret. Mi corazón se alegra ante la presencia luminosa, mi corazón busca en el tuyo el camino de la verdad, mi corazón se abre a tu vida limpia y profunda, mi corazón busca en tus ojos un camino de libertad. Enséñame, Madre de los jóvenes a decir sí a Jesús con el corazón entero y mi decisión sin límites de construir un mundo nuevo más justo y más fraterno. Amén.

– Padre Nuestro
– Ave María
– Gloria

Día sexto

La estrella de la vida: el nacimiento, un don de Dios

1. Saludo
En la liturgia navideña, la palabra paz tiene otro significado más profundo; se refiere a la nueva alianza de Dios con los hombres, a su renovación y cumplimiento definitivo. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2. Oración inicial

3. Presentación del personaje

“Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama”. Este himno, resonó por primera vez la noche de Belén y entró después en la tradición litúrgica de la Iglesia, refiriéndose a un encuentro singular y extraordinario entre Dios y el hombre. Los pastores fueron los primeros en escuchar este himno.

4. Lectura bíblica (Lucas 2,8–18)
Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El ángel les dijo: “No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor. Y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre” Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: “Gloria a Dios en cielo y en la tierra paz a los hombres que Dios ama”.

5. Meditación
En la liturgia navideña, la palabra paz tiene otro significado más profundo; se refiere a la nueva alianza de Dios con los hombres, a su renovación y cumplimiento definitivo. Si la alianza de Dios con los hombres es una realidad que abarca toda la historia de la salvación, no es posible hallar una expresión más plena que esta: Dios acoge en sí mismo a la humanidad, asumiéndola en la Persona única del Hijo.

6. Reflexión
– “Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama”. Este himno, que resonó por primera vez la noche de Belén, entró en la tradición litúrgica de la Iglesia, refiriéndose a un encuentro singular y extraordinario entre

Dios y el hombre. En realidad, Dios nunca se ha acercado tanto al hombre como en aquella noche, cuando el Hijo unigénito del Padre se hizo hombre.

– Al mismo tiempo, proclama la paz en la tierra. La noche de la Navidad del
Señor, renueva en nosotros la esperanza de paz para todos los hombres y para todos los pueblos afectados por el odio y la guerra.

– En la liturgia navideña, la palabra paz tiene otro significado más profundo;
se refiere a la nueva alianza de Dios con los hombres, a su renovación y cumplimiento definitivo. Si la alianza de Dios con los hombres es una realidad que abarca toda la historia de la salvación, no es posible hallar una expresión más plena que esta: Dios acoge en sí mismo a la humanidad, asumiéndola en la Persona única del Hijo.

7. Compromiso
El animador invita a hacer silencio, para poner en las manos del Señor las dificultades y los atentados contra la vida. Después invita a orar con la plegaria de los hijos de Dios.

8. Padre Nuestro
9. Oración final

10. Villancicos

Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén

Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén

Gloria
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Amén.

Villancico

Los peces en el río

La Virgen se está peinando entre
cortina y cortina los cabellos son
de oro, el peine de plata fina.

Pero mira como beben los peces
en el río pero mira como beben
por ver al Dios nacido beben
y beben y vuelven a beber los
peces en el río por ver al Dios
nacer.

La Virgen está lavando y tendiendo
en el romero los angelitos
cantando y el romero floreciendo.
La virgen está lavando con un
poquito jabón se le pintaron las manos, manos de mi corazón.

No sé Niño hermoso

No sé Niño hermoso qué he visto yo en ti, que no sé qué tengo desde que te vi.

Sus tiernas mejillas de nieve y carmín, sus labios hermosos cual rosa de abril.

Su afecto halagüeño y el dulce reír, tan profundamente, se han clavado en mí.