En el poco tiempo transcurrido del 2024, ya se reportó la fuga de tres sentenciados.
Las Personas Privadas de Libertad (PPL) estarían controlando el sistema de seguridad en los pabellones de Santo Domingo e incluso tendrían sus propios candados en las puertas interiores.
Este es un secreto a voces entre varios uniformados y exfuncionarios públicos que han prestado su contingente en el Centro de Rehabilitación Social Bellavista; pero, lamentablemente, hasta el momento, no se han tomado los correctivos.
La crisis carcelaria que golpea a Ecuador durante los últimos años también se ha sentido en esta jurisdicción, y entre los sucesos más lamentables constan las matanzas del 2022.
Actualidad
Durante el presente año, no se han reportado riñas en el interior de la cárcel, y esta aparente tranquilidad también se debería a que la mayoría de privados son alineados a una misma organización, los R.
Otras administraciones gubernamentales siempre hablaron de una intervención general e instalación de tecnología sofisticada para tomar el control, pero en la práctica, nada se cumplió.
El presidente Daniel Noboa también anunció un proyecto sobre este tema; sin embargo, esto generó la reacción de organizaciones terroristas y desató el secuestro de varios guías penitenciarios.
La cárcel de Santo Domingo se ha mantenido calmada en este sentido, pero, una vez más, se evidenció que fácilmente se vulnera el sistema de seguridad, porque la semana anterior se fugaron tres reos y aún no son recapturados.
Representantes de la Policía Nacional y Fuerzas Armadas sospechan que estas evasiones se habrían realizado con la complicidad de tres custodios, quienes también desaparecieron para evitar ser aprehendidos.
Los problemas de siempre
Kléver Carrión, exdirector del CRS Bellavista, considera que el Estado todavía no ha podido solucionar los problemas de inseguridad carcelaria y confirmó que los reos se encargan de la seguridad.
“Había una pugna entre el Estado y los PPL por el control de las llaves en el interior de los pabellones. Cada una de las celdas era manejada por los caporales, y el servicio de atención integral solo hacía el control de las puertas principales. Eso se advirtió, pero el Estado no hizo las acciones que debió hacer en el tiempo oportuno”, expresó.
Esta teoría también fue confirmada por un uniformado, quien indicó que en el contorno del cerramiento existen ‘huecas’ para ingresar artículos prohibidos.
“Una pistola o paquetes de droga entran fácilmente por esos espacios. Hay guías que son amigos de los presos y, cuando se dan las fugas, se quedan escondidos adentro hasta que pase la flagrancia”, expresó una fuente a La Hora. (JD)
EL DATO Se trató de obtener un pronunciamiento del representante del SNAI, pero no hubo respuesta.
Medidas Meses atrás, se construía un muro en el interior para mejorar la seguridad, y se preveían instalar cámaras de reconocimiento facial, proyectos que se desconocen si se cristalizaron.