Hacen platos tradicionales que comparten durante la Nochebuena.
En las siete comunas de la nacionalidad Tsáchila, el espíritu navideño se vive de una manera diferente, fusionando las raíces culturales ancestrales con la celebración católica del nacimiento de Jesús.
La fiesta es casi igual a la de los mestizos; arman pesebres, hacen novenas, tienen priostes y hay celebraciones eucarísticas.
Al niño Jesús lo visten con la indumentaria Tsáchila, resaltando la unidad entre las tradiciones católicas con la cosmovisión de la nacionalidad.
Bajo la dirección de los priostes del niño Jesús, las historias y leyendas de los antepasados de la etnia cobran vida en cada pesebre.
Diana Aguavil, quien es parte de la comuna Chigüilpe, destacó la importancia de estas reflexiones para preservar la identidad cultural en armonía con la presencia del catolicismo.
Mientras tanto, en los hogares, la preparación para la celebración de la Navidad se convierte en un acto de unidad. Se preparan platos típicos como el seco de gallina criolla, ayampaco y el malá, que comparten con familiares y amigos cercanos.
Agasajo en comunidad
El 25 de diciembre adquiere un matiz especial, ya que la comunidad se congrega para el agasajo organizado por los priostes. Este evento tiene como objetivo llevar alegría a los niños y adultos mayores de la comunidad y sus alrededores.(CT)
EL DATO
Un sacerdote recorre las siete comunas para celebrar el nacimiento de Jesús.