Una colmena puede producir 30 litros de miel en un año, dependiendo de las condiciones climáticas.
La apicultura ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años en la provincia Santo Domingo de los Tsáchilas. Este aumento no solo ayuda a la generación de ingresos para los apicultores, sino también contribuye en la polinización de las plantas.
En la actualidad, hay 26 apicultores registrados en el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) que poseen entre 10 y 60 colmenas.
Las principales zonas de producción se encuentran en las parroquias de La Concordia, pero también existen en San Jacinto del Búa, Luz de América, entre otros sectores. En estas áreas, la diversidad de flora nativa, como el pambil, guaba y cítricos, proporciona un néctar de alta calidad para las abejas.
EL DATO La apicultura es la crianza y cuidado de las abejas para la producción de miel y otros productos.
Capacitaciones
Andrés Bustos, técnico del MAG y punto focal del tema de la apicultura en la provincia, mencionó que en el último año han trabajado en capacitar a quienes se dedican a esta actividad.
El objetivo es que cuenten con un buen manejo de las colmenas, una sólida genética de los insectos, la correcta utilización de las herramientas de trabajo y el conocimiento de la distancia adecuada que deben mantener las colmenas con respecto a las viviendas.
Asimismo, expresó que las abejas juegan un papel fundamental en la agricultura, ya que contribuyen a que los cultivos alcancen entre 30% y 40% de productividad.
«Estamos buscando establecer conexiones entre los agricultores y los apicultores para que ambos sectores se beneficien mutuamente. Por ejemplo, el apicultor tendría un lugar para colocar sus colmenas, mientras que el agricultor aprovecharía la presencia de las abejas para lograr una buena floración, mejorar el cuaje del fruto y aumentar la productividad», sostuvo.
Un ejemplo de éxito
‘Colmenares la Perla’ cuenta con aproximadamente 60 colmenas ubicadas en terrenos en el cantón La Concordia y en la provincia de Esmeraldas.
Desde hace 37 años, han estado dedicados a la producción de abejas y a crear conciencia sobre la importancia de este insecto para la agricultura.
Es una empresa familiar que ha logrado destacarse por ofrecer productos insignes de las abejas, como miel, polen y propóleo. Además, han diversificado su oferta con subproductos como turrones de miel y maní, espumilla, cera y limón o de miel y maracuyá, entre otros.
Rommel Carrera, mentalizador de este proyecto, señaló que la apicultura no es algo común, pero es un cultivo rentable y beneficioso.
Especificó que la abeja es crucial, ya que siete de cada diez productos que llegan a las mesas de los ecuatorianos son polinizados por este insecto. Actualmente, está ultimando los últimos detalles para inaugurar un proyecto de turismo apícola en la provincia. (CT)
Afectación Según el técnico del MAG, el sector apícola en estos momentos enfrenta problemas en sus colmenas debido a las intensas lluvias, lo que provoca que las abejas dejen de trabajar y reduzcan su población. Por esta razón, se les brinda apoyo proporcionándoles alimentación artificial hasta que la temporada invernal disminuya y puedan reanudar sus actividades. Los habitantes de seis parroquias rurales recibieron capacitación para evitar destruir los enjambres y, en su lugar, se les instó a informar al ECU-911 para que puedan ser retirados adecuadamente. (CT)