Es conocida en las redes sociales por la venta de melcochas y maní en la vía. Ya ha creado una marca personal para su producto principal.
Jennifer Ortiz, conocida como la ‘Gatita Ortiz’ creció entre melcochas, maní y dulces de guayaba, productos tradicionales de la parroquia rural Alluriquín, provincia Santo Domingo de los Tsáchilas.
Su incursión en las ventas comenzó a los 12 años, cuando su madre le permitió comercializar los dulces en la vía solo durante los feriados.
A los 15 años, las ventas se volvieron regulares, dedicando los fines de semana a su emprendimiento. A los 16 años, mientras aún estaba en el colegio y comenzó a vivir en Santo Domingo, su trabajo ya era todos los días.
«Desde que tengo memoria, siempre estuve rodeada de dulces. Mis abuelitos y mis padres se dedicaban a envolver melcochas y enfundar el maní. Mi mamá solía decirme: sales del colegio y vienes a trabajar», recordó la emprendedora.
Marca personal
Con esfuerzo y dedicación, Ortiz y su familia comenzaron a producir maní y melcochas en casa, logrando una producción significativa semanalmente. Además, mientras cursaba la universidad estudiando Administración de Empresas, aprendió valiosas lecciones sobre cómo gestionar su propio negocio.
En todo su proceso, adquirió una tostadora y selladora que le permitió mejorar la producción y ya no hacerlo manualmente. Para seguir fortaleciendo el producto, buscó que su empresa de maní dulce tenga registro sanitario y una marca personal, ‘Maní Go-Gatita Ortiz’.
Este avance le ha dado la oportunidad de crear plazas de trabajo para personas que por su avanzada edad no pueden conseguir empleo, así como ayudar a jóvenes que han querido superarse.
EL DATO En redes sociales se la encuentra como: @gatitaortizok
Redes Sociales
Un video viral en Tik Tok fue el comienzo para que Ortiz se vuelva conocida en estas plataformas y que capte audiencia. En la actualidad, tiene 966.500 seguidores.
«Mi primer video se hizo viral, y desde entonces, he seguido creando contenido que conecta con la gente. Quiero inspirar a otros a perseguir sus sueños y nunca darse por vencidos», expresó.
A sus 18 años de edad se compró un carro usado, que tuvo que venderlo el año pasado para que ese dinero sea utilizado para crear su marca personal.(CT)