José Jervis se radicó en Santo Domingo en 1960, es protagonista de su historia y formó parte de la lucha por lograr la provincialización.
Raíces profundas de colonización, así tituló José Jervis Vicuña (+) la nota que publicó en su libro ‘Mis 50 años con los forjadores de Santo Domingo de los Tsáchilas’, en este texto resalta la historia de esta tierra que hoy celebra 10 años de provincialización, un sueño del que también fue parte este reconocido líder que hoy descansa en los brazos del señor.
En este escrito resalta que la búsqueda de mayor comunicación entre Quito y Manabí, obliga en cierto sentido a crear aldeas, recintos y parroquias, buscar la forma de poblarlas, los caminos eran indispensables, para desarrollar la presencia del poder central, en la época Garciana y para añadir nuevas tierras para la producción.
Como una medida se expide la Ley de división territorial de 1861, que hace de Santo Domingo una parroquia incorporada al cantón Quito. Desde su creación existían algunos nativos, colonos y hacendados que iban adquiriendo terrenos en esta zona, pero un gran flujo se notó a partir de 1865, unos por buscar trabajo, en estas tierras de tanta novedad, que llamó la atención de nacionales y extranjeros.
Progreso
Uno de ellos, el francés Domingo Giacomelti, que adquiere 200 hectáreas en Tanti, para producir cacao, caucho, aguardiente y ganadería, con el paso del tiempo abandonó estas tierras adquiriendo otra propiedad de 200 hectáreas que la denominó Santa Rosa del Pove.
Luego se convirtió en el primer Teniente político de la naciente parroquia de Santo Domingo, cargo que desempeñó con dignidad y altura durante muchos años. El francés puso su hacienda a disposición para las reuniones para establecer el asentamiento de la cabecera parroquial. Así comienza la vida de una parroquia progresista, con los barrios La Carolina, Santa Fe y La Florida.
Al proclamar el primer asentamiento se inicia el nombramiento de autoridades de la parroquia, así como la legalización de haciendas y fincas. Organizados como parroquia, los ciudadanos se preocuparon por su desarrollo. Los años van pasando y la historia también avanza.
Líderes
Entre los impulsadores del progreso de esa época, don Jervis menciona a Carlos Ruiz Burneo y Víctor Manuel López, fundadores del Cuerpo de Bomberos. Así como Manuel Antonio de la Cueva, con sus hijos y el boticario Ramón Chérrez Chávez.
También hubo mujeres destacadas, señala, llenas de méritos, fundadoras de las primeras escuelas, educadoras como: Armelia Paladines de Ledesma, Hortensia Vásquez Salvador y Olga Larrea de López.
Menciona a Amable Beltrán, personaje activo y promotor en la construcción de caminos, su familia era la organizadora de las más bonitas fiestas y recepciones con la animación de Lastenia Soto. Álvaro Carrera, que promocionaba los fletes de mula y caballos para el traslado de personas y cargas. Posteriormente ocupó el cargo de telegrafista y Carlos Muñoz que era el peluquero del pueblo.
Pueblo con historia
José Jervis escribió el libro para aclarar dudas, ya que mucha gente piensa que Santo Domingo es un pueblo sin historia, deja en claro que sí tiene raíces muy antiguas. Aduce que a partir de la conquista española se la conocía como la provincia de los Yumbos, quienes al unirse con chachis tomaron el nombre sus primitivos colorados-Manta y que por su idioma especial el tsafiqui cambiaron la denominación de colorados a tsáchilas.
Luego en la colonia era un centro misiones denominado Santo Domingo de Guzmán, hasta cuando en la época republicana, García Moreno la erige como parroquia con el nombre Santo Domingo de los Colorados. (LMM)
José Jervis
Momentos de su vida
- Siempre estuvo ligado a las causas nobles, era un hombre muy generoso.
- Promotor de la provincialización
- Por tres ocasiones fue presidente de la Cámara de Comercio y Jefe Político del cantón.
- Escritor, poeta y artista