Taraciuk: ‘Latinoamérica tiene problemas crónicos que las democracias no han resuelto’

Regímenes como el de Daniel Ortega (d) son cuestionados por la directora del Programa sobre Estado de Derecho del Inter-American Dialogue en Washington. EFE

Los países de la región deben identificar alertas tempranas como los ataques a la independencia judicial, a las instituciones electorales y a la prensa independiente

MADRID. La nueva directora del Programa sobre Estado de Derecho del Inter-American Dialogue en Washington, Tamara Taraciuk, afirma que la región tiene «problemas crónicos» como la desigualdad o la inseguridad que las democracias no han sabido solucionar.

Taraciuk participó esta semana en el conversatorio «Promover juntos la democracia y los derechos humanos España-EE.UU.-América Latina», organizado en la Casa América de Madrid.

Los declives democráticos

La especialista señaló que actualmente existen tres escenarios en la región, uno de ellos las dictaduras, como calificó a la Venezuela de Nicolás Maduro o la Nicaragua de Daniel Ortega.

Otro con líderes elegidos democráticamente pero que al llegar al poder dan la espalda a garantías democráticas elementales, entre los que citó a Nayid Bukele en El Salvador o Andrés Manuel López Obrador en México.

«Y en tercer lugar están países donde no hay un caudillo, sino una disolución de poder, como sucede en Perú, donde todas las instituciones democráticas están desautorizadas y con muy poco poder», explicó.

Para ella, el gran desafío es identificar cuáles son las «alertas tempranas» de estas situaciones, que tienen que ver con ataques a la independencia judicial, a las instituciones electorales, a la prensa independiente, a la sociedad civil, etc.

«Esas son las acciones a las que debemos prestar atención para frenar el declive democrático e intervenir antes de que la situación llegue al punto de dictadura«, advirtió.

Además, incidió en que la región tiene «problemas crónicos» como la pobreza, la desigualdad y la inseguridad que las democracias no han podido solucionar y que se han acentuado después de la pandemia.

«Esto ha contribuido a la actual crisis migratoria, la mayor que hemos visto en muchísimos años en la región, generando un enorme desafío tanto para los gobiernos receptores como para los países de tránsito», agregó.

El rol de Estados Unidos

Traciuk antes de ocupar su cargo en Inter-American Dialogue, un red internacional que reúne a distintos líderes en pro de la democracia, dirigía la división de las Américas de la organización de defensa de derechos humanos Human Rights Watch.

Desde su experiencia, la diferencia en materia de retórica y derechos humanos entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y antecesor, Donald Trump, es «abismal».

«El problema -matizó- es que esto no se refleja claramente en una política exterior definida hacia la región, debido a la competencia con otras preocupaciones, como la guerra en Ucrania o el papel de China».

Además, destacó que la relación de Estados Unidos con Latinoamérica está fuertemente influenciada por cuestiones como el voto en Florida, con una importante comunidad hispana, o la política migratoria, que en muchos sentidos guían su política exterior.

«También es importante mencionar que Estados Unidos tiene sus propios problemas de democracia, como el ataque al Capitolio» en 2021, recordó.

Para concluir, apuntó que la clave para mejorar la democracia en la región es que los gobiernos trabajen «coordinadamente» y se basen en «estándares comunes» de derechos humanos y política exterior, independientemente de sus ideologías. EFE