Se incineran 100 toneladas de droga incautadas en el primer semestre del año

PROCESO. Luego de un análisis con reactivos químicos la droga ingresa al horno de incineración.
PROCESO. Luego de un análisis con reactivos químicos la droga ingresa al horno de incineración.

La destrucción se hace bajo estrictos parámetros técnicos y ambientales, dentro de la operación llamada ‘Bodegas vacías’.

En un gigantesco horno, que llega a tener temperaturas entre los 850 y 1.200 grados centígrados, se incineraron 100 toneladas de sustancias sujetas a fiscalización decomisadas durante el primer semestre del año.

La droga fue incautada en los operativos ejecutados por la Policía a nivel nacional en puertos marítimos, aeropuertos, carreteras y en las intervenciones para contrarrestar el microtráfico.

Ayer se completó la destrucción en un centro de remediación ambiental situado en una zona despoblada del norte de Pichincha. Lady Zúñiga, titular de la Secretaría Técnica de Drogas (Seted), informó que desde que el organismo asumió el manejo de las sustancias ilícitas el proceso de destrucción es inmediato.

Indicó que tras ejecutarse los operativos, la primera institución en conocer sobre las incautaciones es la Seted, que se encarga de poner en marcha la incineración del clorhidrato de cocaína, marihuana y hasta de heroína.

La funcionaria agregó que las 100 toneladas destruidas ya pasaron por un proceso de judicialización y ya dejaron de ser evidencia en los procesos legales. Luego de la aprehensión hecha por la Policía, se emitió una disposición de Fiscalía que junto una autorización judicial dieron luz verde para ser quemadas en el horno.

Zúñiga reconoció que antes de que la Seted tome el timón de este procedimiento, las sustancias estaban almacenadas en bodegas dispersas y que esto ponía en tela de duda el control que las autoridades ejercen sobre la evidencia incautada.

Precisó que desde 1992 había 579 toneladas de droga almacenadas sin un cronograma de destrucción.

Actualmente, faltan por incinerarse solo tres toneladas que aún no cumplen con todo el proceso judicial.

“Esperamos que sigan llegando las órdenes judiciales para proceder con la destrucción”, dijo.

Cifra ascendente

Diego Tipán, representante del Ministerio del Interior, aseguró que los operativos contra el tráfico de sustancias estupefacientes se intensificaron y por ende la cantidad de droga incautada también subió.

Señaló que hasta el 19 de julio de este año se hubo 56.38 toneladas incautadas. Nueve de ellas estaban destinadas para el consumo interno y 47 para abastecer el mercado internacional.

Destacó además que el año pasado la cifra cerró con 110 toneladas destruidas y que 14 iban a parar a manos de organizaciones dedicadas al tráfico para consumo interno.

Proceso de destrucción

Técnicos de la Seted explicaron el trabajo de campo que se realiza en el centro de remediación ambiental donde desaparece la droga.

Los bloques de cocaína llegan desde una bodega con la respectiva cadena de custodia. Previo a su destrucción se hace un pesaje en una balanza para corroborar los datos registrados en las actas de entrega.

Los expertos utilizan tubos de ensayo para exponer a la droga a reactivos químicos. Los líquidos hacen que la sustancia tome una coloración azulada o blanquecina que confirma que lo está por destruirse es una sustancia ilegal.

La droga ingresa a una cámara primaria dentro del horno en donde se incinera todo el contenido. Luego los gases pasan a una segunda cámara que destruye todos los fluidos contaminantes que luego son filtrados en la misma máquina para evitar que se contamine el ambiente.

Zúñiga aseguró que todo este proceso se hace en presencia de funcionarios judiciales, de la Seted y de la Policía Nacional. (FLC)