Necesitamos pasar de la lucha social a la lucha política, la lucha por el poder: Nelson Erazo

Nelson Erazo es presidente del Frente Popular, que tiene su sede en Quito.
Nelson Erazo es presidente del Frente Popular, que tiene su sede en Quito.

El Presidente del Frente Popular hace una evaluación de la protesta liderada por la Conaie. Es un buen momento, dice, para pensar en las lecciones del 2023 y del 2025. Lea esta entrevista.

Nelson Erazo es uno de los más conocidos líderes sindicales. De los más firmes en su ideología, siempre a la izquierda.

Es Presidente del Frente Popular, que agrupa a 14 organizaciones de trabajadores en 22 provincias, entre ellas de los educadores, universitarios, comerciantes minoristas, campesinos. También, según una publicación del Partido Comunista Marxista, es parte del Colectivo Unitario de Dirección Nacional, conformado por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), Frente Popular (FP), Fenocin, Feine y Conaie. Las tres últimas organizaciones protagonistas del paro nacional de junio.

En esa instancia se ha discutido “la necesidad de “ser poder” llevando a las organizaciones sociales y populares y partidos de izquierda a Carondelet”, según esa misma publicación de octubre pasado.

Ahora, luego de la revuelta de junio, esa idea ya no parece un simple deseo. El liderazgo de Leonidas Iza es otro. Y eso lo saben en el FP. Lea esta entrevista.

 P: La figura del señor Leonidas Iza no es la misma que hace un mes. ¿Desde la visión del Frente Popular cómo ven la transformación del liderazgo de Iza?

Es necesario establecer que la agenda planteada por la Conaie en medio del paro, y me refiero a Leonidas como dirigente de la Conaie, tiene que ver con recoger las distintas propuestas de los diversos sectores sociales. El paro del pueblo tiene que ver con una agenda común de los trabajadores, los sectores populares y el movimiento indígena. Esta agenda fue construida en junio del 2021 y basada en lo que fue octubre del 2019. Señalo este elemento porque el Colectivo Unitario, en donde está el FUT, la Conaie, el FP, nos sentamos a analizar los problemas por los cuales atravesaba el conjunto del movimiento social. Y generamos esos 10 puntos en la agenda común.

P: ¿El Frente Popular también elaboró estos diez puntos?

Pero claro. Incluso, esa propuesta fue entregada al Presidente de la República en junio del 2021, en la cual se planteaba el congelamiento en el precio de los combustibles.

P: Si estos puntos fueron trabajados también con los sindicatos de los más representativos, ¿por qué se respaldó la protesta pero nunca estuvieron en la tarima?

A ver, primero el FUT y el FP, en diciembre de 2021 hicimos una convención y declaramos que el 2022 era el año de la resistencia, el año de la pelea y el año de la movilización. Luego, en marzo realizamos movilizaciones en todo el país demandando políticas que signifiquen garantizar el derecho al trabajo, la estabilidad laboral y recursos para la educación, para la salud. Nuestro rechazo a las pretensiones de las privatizaciones o la entrega de las empresas estatales a administraciones privadas. Establecimos la necesidad de un nuevo código del trabajo. La misma agenda se mantuvo también para el 1 de mayo. En medio de eso también está la huelga de hambre del magisterio nacional, por los recursos para la equiparación salarial. Luego de 22 días, la Corte Constitucional se ve obligada a ratificar la Ley Orgánica de Educación Intercultural. Luego de eso planteamos que el mes de junio era el mes de pelea. En ese marco, el Frente Unitario de Trabajadores preparó una jornada para el 22 de junio. El Frente Popular estableció jornadas para el 9 de junio, al igual que para el 16, y la participación el 22. Y en ese marco se desarrollaron las acciones. El movimiento indígena hizo la convocatoria al paro del pueblo y ellos plantearon desde el día 13. En medio de todo ese escenario, el Frente Popular participó en todas las jornadas desde el primer día, pues estuvimos presentes en todo el país. Fuimos parte de las acciones, incluso para sostener la movilización en la ciudad de Quito. Preparando lo que sería la incursión del movimiento indígena en Quito. Tanto es así que las acciones convocadas desde el movimiento estudiantil que desde el día 13 ocurrieron en la Plaza Indoamérica. Somos parte de los protagonistas de este paro del pueblo.

P: Cuando ya se firma el Acta por la Paz y los dirigentes van al Ágora a celebrar, el señor Iza, lo hizo pasar a la tarima. Fue por dos motivos. El primero, sin señalar, dijo que “no hay que pensar tanto, hay que luchar”. ¿Cómo lo tomó?

A ver, allí hay un elemento, de pronto, de no conocer una realidad del movimiento obrero. Porque efectivamente el movimiento obrero tiene más dificultades en la movilización sobre la base de la represión que existe desde el Estado y desde la patronal. Me refiero al empresariado. Porque si los trabajadores faltan algún día son sancionados, son multados y, en menos casos, son despedidos. En ese marco, cuando habla de que el movimiento obrero no estuvo presente… hay una equivocación. Porque los trabajadores se sumaban a las acciones luego de las jornadas de trabajo. Muchos de los trabajadores, incluso, pidieron permiso con cargo a vacaciones para participar en las jornadas de movilización, los trabajadores de los municipios y consejos provinciales. Esa lectura que, de pronto, Leonidas lo hace a manera de reclamo, evidentemente es un llamado al movimiento obrero a que podamos identificarnos de mejor manera y, obviamente, también tiene que ver con otros sectores que no estuvieron presentes. No es un reclamo al FUT ni al FP, es un reclamo a las centrales que, incluso, se hicieron eco del gobierno nacional, como en el caso de la CUT.

P: La segunda parte, cuando se refirió directamente a los trabajadores, dijo que hay que unir el campo y la ciudad y que los trabajadores son muy importantes. ¿Existe un plan o solamente es una idea que tiene Leonidas Iza?

Primero, es necesario establecer que la unidad de los trabajadores y el movimiento indígena se ha venido fraguando desde hace mucho tiempo atrás. En demandar que se respeten los derechos de los distintos pueblos y nacionalidades, que se respete el derecho a la vida, al trabajo como parte de los derechos humanos. La clase obrera ha sido una de las más golpeadas, no solamente en medio de la pandemia, sino antes y después de la pandemia. Y eso evidencia en que se requiere una propuesta en la cual exista un gobierno para los 17 millones de ecuatorianos. Donde podamos, evidentemente, los trabajadores y los pueblos, salir de las condiciones de pobreza en la que estamos viviendo. Si bien es cierto que este paro del pueblo  deja algunas victorias importantes, por ejemplo, reducir el precio de los combustibles en 15 centavos, que el gobierno subsidie el 50% de la úrea, la eliminación del 95 y la reforma del 151, incrementar el bono de la pobreza en 5 dólares… A pesar que eso todavía hay que seguir discutiendo porque es insuficiente. Estos aspectos que hemos planteado.

P: ¿Entonces, cómo podemos entender este llamado a la conexión campo-ciudad?

Uno es ir a las asambleas populares, de los pueblos, que significa debatir aspectos centrales de lo que está viviendo la sociedad ecuatoriana. Hay conquistas que hemos alcanzado, sin embargo la pobreza no se ha acabado, la inequidad persiste. El Gobierno acaba de emitir el Decreto 457 donde se abre la puerta al despido de los trabajadores del sector público. La estabilidad laboral sigue amenazada, los salarios son de hambre y las condiciones de vida en el sector del campo siguen deterioradas. Esto debe significar demandar del gobierno el pleno cumplimiento de lo que establece la Constitución, que es el derecho a la vida, el derecho al buen vivir. Pero también hay necesidad de que los sectores sociales discutamos un proyecto mucho más serio, de alcanzar lo que debe ser un gobierno que represente los intereses de los de abajo, de los trabajadores, de los pueblos.

P: En esa línea, el liderazgo de L. Iza no es el mismo luego del paro. Él mismo ha dicho que junio no se compara con Octubre del 2019…

Evidentemente, tiene otras características.

P: ¿Puede ser que el señor Iza sea esa persona que lidere un gobierno de ese tipo?

Nosotros hemos venido empujando proyectos que signifiquen la posibilidad de darle al pueblo ecuatoriano un gobierno que represente eso también. Lo que sí vivimos en 2021, el hecho de que hubo fraude, que negaron la posibilidad de que Yaku Pérez llegue a la presidencia, es una muestra de que los trabajadores, los sectores sociales, el movimiento indígena trabaje una propuesta desde los sectores populares para un gobierno que represente esos intereses. Desde el 2021 para acá ha corrido bastante agua bajo el puente y las cosas pueden ir cambiando. Efectivamente, Leonidas juega un papel importante y muestra un liderazgo interesante. Y por eso mismo es necesario que los diversos sectores sociales nos sentemos a discutir, en ese marco debe ser la Asamblea de los Pueblos, del Colectivo Unitario Nacional de las Organizaciones Sociales y Populares, quienes determinen la posibilidad de lo que debe ser un gobierno de esa naturaleza. En ese marco, la unidad de los trabajadores de la ciudad y del campo, de los sectores del movimiento indígena, de los pueblos y nacionalidades, así como también la incorporación de la juventud, desde los sectores de los colectivos de mujeres, de los antimineros, de los ambientalistas, de los animalistas… Todos los sectores populares queremos ese cambio para ir construyendo una alternativa en favor de los 17 millones de ecuatorianos. Ahora, en ese marco, el FP está dispuesto a discutir todos estos aspectos.

P: El liderazgo del ingeniero Iza es distinto a otros líderes de la Conaie. ¿Usted ve ese líder que necesitaba la izquierda ecuatoriana para tener posibilidad de llegar al poder?

Mire, yo creo que la izquierda ecuatoriana tiene grandes referentes y Leonidas Iza puede ser uno de los posibles referentes en el escenario de la lucha social. Pero hay sectores que también tienen referentes, la compañera Isabel Vargas, los dirigentes de las centrales sindicales, el mismo Leonidas Iza. Hay otros dirigentes, como por ejemplo de la Ecuarunari, Fenocin… Los sectores populares necesitamos sentarnos a discutir este tema, tomando las necesidades, lo que nos une, y empujar la posibilidad de generar la alternativa de un gobierno que represente esos intereses en el 2025. Una posibilidad también está en las elecciones seccionales del 2023. Este paro del pueblo también nos deja una lección: que con la lucha, la  pelea, con la organización, la movilización, podemos alcanzar victorias. Pero hoy necesitamos dar un paso más allá, ir de la lucha social a la lucha política, de la lucha por el poder, la dirección del Estado. Tenemos derecho también a que se pueda establecer un proyecto de esa naturaleza.

P: El diálogo entre el Gobierno y el movimiento indígena ya empezó. Sin embargo, no están ustedes. ¿Es incómodo?

Para nada. Más bien recuerde que también el FUT está discutiendo en mesas que la suspendimos en junio, por lo que se llevaba adelante el paro hasta que el Gobierno atienda las demandas del movimiento indígena, esos diez puntos en común que nos unifican. Nosotros estamos discutiendo lo que deben ser los derechos laborales, la Seguridad Social. Ahí logramos que el Consejo Nacional Electoral convoque a la elección de los representantes de los afiliados al IESS, que es un paso importante. Está el nuevo Código del Trabajo, y  creemos que la Asamblea debe avanzar  en la discusión. Creemos que el Gobierno debe sentarse a discutir con los trabajadores cómo generar fuentes de trabajo, tenemos la capacidad  para darles alternativas y acabar con estos problemas de precarización laboral. Por otro lado, está la UNE. Y hoy mismo se plantea el hecho de que con la ministra de Educación se reabran las mesas de discusión. Lo que pasa es que hay momentos en los cuales se prioriza la lucha, la movilización y la pelea frente a un Gobierno que no escucha, a una Asamblea que no está a favor de los pueblos. Pero si no entiende el gobierno, si la Asamblea también niega esas posibilidades, no nos quedará al pueblo ecuatoriano que retomar la movilización.

P: ¿Se va a retomar ese diálogo en los próximos días?

El Gobierno tiene la obligación de convocar nuevamente las mesas de discusión, esta suspensión no es por la falta de atención. Sin embargo, hay elementos que nos preocupan y que pueden generar una nueva acción desde el lado de los trabajadores, que es el tema del Decreto 457, que establece la posibilidad del despido en los trabajadores del sector público. Se habla de que estarían en riesgo unos 60.000 trabajadores.

P: Es decir, todavía no hay contacto luego del fin del paro.

No ha habido ningún contacto, al menos desde nuestro lado, y por eso creemos que el Gobierno tiene la responsabilidad de ir a la discusión sobre estos temas que realmente preocupan a los sectores sociales. El FP está preparando lo que será la demanda de inconstitucionalidad de este Decreto, porque afecta al derecho a la vida, el derecho al trabajo. Es decir, no hay todavía soluciones a los problemas de los ecuatorianos. En ese marco, nosotros vamos a establecer el hecho que si el Gobierno quiere resolver los problemas debe discutirlos con los diferentes actores sociales. (JC)