Más de 500.000 ecuatorianos desconfían del sistema financiero

PROBLEMA. Las mujeres rurales son el principal grupo excluido del sistema
PROBLEMA. Las mujeres rurales son el principal grupo excluido del sistema

El costo de los servicios, la dificultad de acceso en zonas rurales, el nivel de tasas de interés y la desconfianza son algunos de los factores que contribuyen a esta realidad

En medio de la pandemia se ha profundizado la digitalización para comprar y vender productos y servicios. Sin embargo, más de 3,2 millones de ecuatorianos no participan en el sistema financiero formal.

En otras palabras, solo hacen transacciones en efectivo, no tienen una cuenta bancaria de ningún tipo, ni acceso a crédito y tarjetas o posibilidades de pago a través de plataformas electrónicas o virtuales.

Según un estudio del Banco Central del Ecuador (BCE), con el apoyo del Banco Mundial (BM), el 74% de los mayores de 15 años han realizado transacciones o algún trámite a través de instituciones financieras. Sin embargo, solo el 51% mantienen una cuenta de ahorros en uso continuo.

María Ibarra, pequeña agricultora, vive cerca de Pacto en el noroccidente de Quito. Ella aseguró que desconfía de los bancos y nunca aprendió a manejar “esas vainas de cuentas y cosas”, por lo que todo el dinero lo guarda en un escondite en su casa y va sacando cuando lo necesita.

Razones de la exclusión

Dentro de los esfuerzos para elaborar una Estrategia Nacional de Inclusión Financiera, el BCE y BM han establecido las principales razones de la exclusión del sistema formal.

El 53% de las personas aseguran que los servicios son demasiado caros. Asimismo, el 18% dicen que las oficinas de las instituciones financieras están muy lejos de sus casas. En tercer lugar, el 15%, es decir, casi 500.000 ecuatorianos, aseguraron que desconfían de los bancos o cualquier institución de ese tipo.

Finalmente, un 12% no accede a ningún servicio porque no cumple con los requisitos y la documentación mínima.

Verónica Artola, gerente del Banco Central del Ecuador (BCE), explicó que los sectores más vulnerables son las mujeres, la población rural y los migrantes y refugiados. “En esos sectores se deben concentrar las acciones de los próximos cuatros años”, acotó.

Según Douglas Randall, especialista del sector financiero en el BM, se necesitan al menos cinco acciones concretas para mejorar la situación: impulsar un sistema único de pagos digitales; establecer más puntos de atención y canales digitales; digitalizar todos los pagos sociales; revisar techos de las tasas de interés y tarifas; y fortalecer el sistema de referencias crediticias y garantías.

Casi nula educación financiera

Otro gran problema, que no solo afecta a los excluidos, sino a la población en general, son los niveles mínimos de educación financiera. Así, solo el 3,7% de los ecuatorianos han recibido charlas, material informativo o algún tipo de capacitación sobre el tema.

El resultado es que hay un amplio desconocimiento sobre cómo manejar el presupuesto personal y familiar, cómo evitar el sobreendeudamiento, cómo manejar una tarjeta de crédito, entre otros.