La época de sequía viene más fuerte y aumenta el riesgo de apagones y racionamientos eléctricos

REALIDAD. Las hidroeléctricas generan el 90% de la electricidad, pero están a merced del clima.
REALIDAD. Las hidroeléctricas generan el 90% de la electricidad, pero están a merced del clima.

Ya no se podrá recurrir a la importación de electricidad desde Colombia. Se necesita conseguir combustibles para poner en marcha a las envejecidas plantas termoeléctricas.

“Debemos tomar medidas porque de lo contrario el país se podría paralizar. Todo indica que el próximo estiaje será mucho más severo del último que pasamos”. Con estas palabras, el ministro de Energía y Minas, Fernando Santos Alvite, describe la compleja situación que Ecuador tiene en el horizonte inmediato de finales de 2023.

El período de sequía que está próximo, entre octubre de 2023 y febrero de 2024, será más severo que el vivido entre octubre de 2022 y febrero de 2023.

La llegada de un fenómeno de El Niño más fuerte implicará más lluvias en la región Costa; pero peores sequías en la cuenca oriental donde se encuentran las principales centrales hidroeléctricas del país.

El resultado será menos capacidad de generación eléctrica y mayores riesgos de racionamientos o apagones.

El tiempo apremia porque existen indicios de que el estiaje podría llegar antes, es decir, agosto o septiembre de este 2023.

 Sin salvavidas

En el último estiaje, entre octubre de 2022 y febrero de 2023, el salvavidas para evitar racionamientos o apagones fue Colombia

“Salimos con suerte debido a que Colombia tuvo excedentes y nos pudo vender 450 megavatios/hora durante varios meses. Para el estiaje que se inicia a fines de este 2023, se prevé que Colombia ya no tendrá estos excedentes. Ya nos advirtieron”, reconoció Santos Alvite.

En este contexto, las autoridades están en una carrera contrarreloj porque el país no ha podido concretar inversiones para ampliar la generación hidroeléctrica y se debe recurrir a importar combustibles para hacer producir lo máximo posible a las envejecidas plantas termoeléctricas.

“Importar diésel es un contrasentido porque ese combustible está carísimo. El gas natural es más barato. Como el país no tiene experiencia en importación de gas natural, tenemos que ver el aspecto técnico”, agregó el ministro de Energía.

Actualmente, de acuerdo con Aníbal Román, ingeniero petrolero, los gasoductos disponibles en Ecuador están diseñados para transportar gas natural comprimido; pero no para el gas natural licuado que se puede conseguir más barato para solucionar la actual crisis.

Santos Alvite aseguró que la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) está tomando medidas para enfrentar el estiaje.

“Si no se puede importar gas se deberán utilizar fuel oil o incluso crudo”, puntualizó el Ministro de Energía.

¿Plan para evitar apagones?

En julio de 2021, LA HORA analizó que el riesgo de apagones y racionamientos sería creciente desde 2022. Esto como resultado de que el excedente de generación eléctrica se diluye entre la falta de inversión y los problemas estructurales en las hidroeléctricas.

Las ocho hidroeléctricas construidas durante la época correísta tienen problemas de todo tipo, comenzando por la Coca Codo Sinclair.

“La generación se ha estancado y la inversión privada necesaria para grandes proyectos, como las hidroeléctricas Santiago y Cardenillo, se han demorado más de lo esperado”, aseveró Antonio Rodríguez, ingeniero eléctrico.

En este escenario, lo que le queda a Celec es salir del paso, o tapar el problema con una solución parche.

LA HORA consultó a la entidad pública que se está haciendo; pero no se obtuvo respuesta hasta el cierre de esta edición.

Sin embargo, Rodríguez contó que entre las opciones que barajan las autoridades están, por ejemplo, la contratación de un barco de electricidad flotante.

Gonzalo Uquillas, gerente de Celec, viajó recientemente a Turquía para evaluar opciones. Pero no existe ningún proceso de licitación en marcha.

Otra opción es cambiar parte del obsoleto parque termoeléctrico por instalaciones que, en lugar del caro diésel, funcionen con fuel oil.

Para esto, se iniciaron conversaciones con el Gobierno de Corea del Sur. El problema es que se necesitarán al menos $500 millones, por lo que Celec tendría que buscar socios privados mediante convenios de asociatividad.

“Todos los planes están en veremos y el Ecuador sigue apagando incendios en lugar de tener una adecuada política energética”, concluyó Rodríguez. (JS)

Se necesita impulsar la inversión privada

Según Walter Spurrier, economista, el contexto actual es de un sistema eléctrico rígidamente estatizado, de empresas públicas ineficientes y corruptas; y un Gobierno central que devora ingresos para satisfacer su creciente burocracia y no asignar lo suficiente para la inversión.

“Lo primero que hay que hacer es eliminar obstáculos para que los privados inviertan en autogeneración. Ya existe la voluntad del Gobierno de hacerlo, pero en las leyes y reglamentos abundan trabas que desalientan la inversión. Que los consumidores residenciales instalen paneles solares, las empresas monten plantas hidroeléctricas o térmicas propias y que los autogeneradores vendan sus excedentes a otros sin tener que coleccionar permisos”, dijo Spurrier.

El Estado deberá reemplazar las centrales obsoletas a diésel con nuevas a gas. Concesionar el terminal de Monteverde y que la concesionaria lo adapte para también recibir metano. Además, se debe concesionar la construcción de nuevas hidroeléctricas y reducir el subsidio eléctrico.

En la cuenca oriental se encuentran las hidroeléctricas Coca Codo Sinclair, Paute Molino, Sopladora, San Francisco, Delsitanisagua y Agoyán.