El terrorismo estalla en Quito

REGISTRO. El primer coche bomba explotó a las afueras del Ministerio de la Mujer, que trabaja de la mano con el SNAI.
REGISTRO. El primer coche bomba explotó a las afueras del Ministerio de la Mujer, que trabaja de la mano con el SNAI.

La explosión de dos coches bomba sienta un precedente en una ciudad que parecía blindada frente al terrorismo. Qué significa atacar a la capital del país y qué sigue.

Dos fechas quedarán en la memoria de Quito: 30 y 31 de agosto de 2023. Los días en los que el terrorismo llegó a una ciudad que parecía blindada frente a hechos que se han vuelto frecuentes en ciudades como Esmeraldas o Guayaquil.

Antes de ahondar en qué significa que los ataques explosivos hayan llegado a la capital de Ecuador y qué sigue, es importante precisar la cadena de hechos en los que el ruido de las explosiones, las sirenas y el humo se apoderaron de la ciudad.

30 de agosto: El primer coche bomba

 Antes de que un carro empezara a arder en llamas, los moradores de la avenida 9 de Octubre y la calle Robles, en el centro-norte de Quito, observaron a ciudadanos sospechosos, aunque no dieron aviso a la Policía Nacional.

A las 18:54, según registran las cámaras de videovigilancia, dos hombres se bajan del vehículo color rojo, sin placas, lo abandonan. Otras dos personas, que van detrás de ellos en una moto, hacen lo mismo.

Tres minutos después, el automóvil empieza a arder en llamas y genera una explosión que los moradores registraron en video.

A 5 kilómetros del lugar de la explosión, la Policía capturó a seis personas, presuntamente ligadas al hecho.

Esta se convirtió en la primera vez que un coche bomba explota en Quito. El lugar fue la avenida 9 de Octubre y Robles, en el centro-norte, a las afueras del Ministerio de la Mujer, que ocupa el edificio donde estaba el SNAI hace unos años.

Fausto Salinas, comandante general de la Policía, descarta que el objetivo haya sido la ministra de la Mujer y los Derechos Humanos, Paola Flores.

31 de agosto: Estruendo y terror

Cuando parecía que todo había pasado, a las 01:36 del 31 de agosto, un nuevo estallido alertó a la gente que reportó haber escuchado hasta cinco detonaciones.

Esta vez, la explosión fue entre la avenida 12 de Octubre y la calle Wilson, en el centro norte. El coche bomba era una camioneta cuyo techo voló hasta aterrizar en la terraza de un edificio contiguo.

Este segundo objetivo fue en las oficinas del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), donde se presentan personas con régimen de prelibertad y beneficios penitenciarios. Por este segundo objetivo, Salinas señala que el ente “más desprotegido” es el que controla las cárceles, por lo que aseguró tomaron medidas con sus funcionarios.

Similitud de explosivos

Los eventos de los dos coches bomba dejaron un total de 10 detenidos. Salinas señala que manejan más de una línea de investigación, pero aclaró que no pueden asegurar que los seis detenidos del primer evento, tenga relación con los cuatro del segundo coche bomba.

Lo que sí los une es la forma en la que generan la explosión: un auto, cilindros de gas y explosivos de emulsión tipo tacos de dinamita.

Traslados carcelarios

El general Pablo Ramírez, director General de Investigaciones (s) de la Policía Nacional, señaló que el móvil de los atentados registrados a las afueras de edificios del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores, son los traslados efectuados en las últimas semanas, en las cárceles del país. Aunque no se refirió a ningún grupo criminal como autor de los hechos; todo coincide con las requisas en la cárcel de Cotopaxi y el amotinamiento en el Turi (Azuay), dos centros penitenciarios liderados por la banda los Lobos.

La cercanía con los hechos llega de la mano de la captura de Luis Alfredo Arboleda, alias ‘Gordo Luis’, líder de los Lobos, quien fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayas.

‘El riesgo no se identificó oportunamente’

El abogado y especialista en seguridad, Stalin Sacoto, señala que al combatir al crimen organizado se genera un escenario “altamente cambiante en la seguridad”.

Sacoto dice que los planes de seguridad y los operativos deben ser evaluados de forma constante para prevenir que se produzcan hechos como los acontecidos durante los dos últimos días de agosto de 2023.

Para Sacoto, las explosiones registradas en Quito son hechos que debieron estar previstos por las autoridades que planifican y ejecutan los planes de seguridad.

El también expolicía determinó que “cuando se lleva adelante cualquier tipo de plan de acción de seguridad, como técnico, debes estar en la capacidad de establecer la situación actual, las condiciones que existen, las acciones que se van a tomar; para luego evaluar el nuevo estado situacional. Por eso decimos que es un escenario altamente cambiante”.

Para Sacoto, quien “piensa que actuar en contra de la delincuencia y que no va a haber algún tipo de reacción, no entiende la dinámica de los entes delictivos”.

El experto en seguridad advierte que en la medida que se establecen las nuevas realidades, en el plan de acción de seguridad se pueden tomar “riesgos calculados”. A su juicio, en este momento lo que se vive en la capital es “un riesgo no identificado de manera oportuna”.

Recuerda que la utilización de coches bomba por parte de los grupos de delincuencia organizada no es una novedad en América Latina, recordando los hechos registrados en Colombia y Perú, principalmente.

Ciudadanos alerta

Sacoto destaca que para lograr la “seguridad integral” debe existir la colaboración de todos los ciudadanos y que no se vea como algo que solo depende de las autoridades.

Lo que se puede hacer

1 Si vemos un vehículo sospechoso, que fue parqueado o abandonado se debe avisar a las autoridades policiales.

2 Evitar exponerse saliendo a altas horas de la noche.

3 Comprender que a mayor libertad, mayor riesgo a la seguridad. Es necesario desarrollar algunas limitaciones para garantizar la seguridad de la ciudadanía.

Quito y una corta historia de atentados

La capital ha vivido pocos hechos de violencia que impliquen el uso de explosivos.

De hecho, el último registro, hasta este 2023, fue hace 40 años.

Entre 1982 y 1984, hubo hechos en los que se utilizaron explosivos a manera de atentado.

Aunque algunos acusaron al grupo de protagonizar estos actos de terrorismo a los extintos Alfaro Vive Carajo (AVC), nunca se comprobó nada, ni se dio con los responsables.

  • 26 de noviembre de 1982: se registró una explosión en la Embajada de Israel, en Quito. El hecho terminó con la vida de dos policías.
  • 24 de mayo de 1984: según registros de diario El Universo, explotaron dos bombas panfletarias, cerca a la Embajada de Estados Unidos y en la Catedral Metropolitana de Quito. Este hecho no dejó víctimas mortales.
  • Aunque no fue un atentado dirigido, el 9 de enero de 1985 – según cita El Telégrafo– el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y el Frente Popular (FP) convocaron a la IX huelga para rechazar las medidas económicas del Gobierno de León Febres-Cordero. A la protesta se unieron los AVC, quienes  se reunieron en una casa, en Cochabamba, donde, aparentemente, en el momento de intentar guardar una bomba casera en una bolsa, ésta explotó y un hombre y una mujer fallecieron.

Cuatro coches bomba en 24 horas

No solo en Quito explotaron los coches bomba.  La noche del 30 de agosto eventos similares sucedieron en Machala y Pasaje, en la provincia de El Oro.

En la provincia se escuchó la explosión de dos coches bomba. En total, en 24 horas, a escala nacional, hubo cuatro eventos por coches bomba.

“Pensar que van a actuar en contra de la delincuencia y que no va a haber algún tipo de reacción, el que lo está pensando así, no entiende la dinámica de los entes delictivos”, Stalin Sacoto, abogado especialista en seguridad.