Durante los dos primeros meses el presidente Guillermo Lasso ha buscado fortalecer las relaciones políticas y comerciales a nivel internacional.
El respeto a la democracia y a las libertades básicas han sido los ejes del discurso de Guillermo Lasso. Sin embargo, también ha sido cuestionado por sus declaraciones dadas en el contexto de las protestas sociales en Cuba.
El fin de semana, la Cancillería del Ecuador emitió un pronunciamiento frente a la situación de Cuba, haciendo votos por el restablecimiento de la paz social del país caribeño. Un día después, tras asumir la presidencia pro tempore de la Comunidad Andina (CAN), el primer mandatario, Guillermo Lasso, público otro comunicado expresando su solidaridad con Cuba, pero llamando al gobierno cubano a que se inicie un proceso democrático para poner fin a la situación y mostró su apoyo a los ciudadanos cubanos que reclaman un mejor porvenir.
Para Luis Ángel Saavedra, coordinador de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos en Ecuador (Inredh), estos dos pronunciamientos sobre un mismo tema evidencian la falta de preparación política y sobre todo demuestra las afinidades del Gobierno con ciertos poderes y regímenes.
El presidente Lasso no se pronunció por las protestas sociales que vivió Perú o por las que ahora se desarrollan en Colombia o Nicaragua. “Las protestas en un país responden al malestar de la sociedad y a las condiciones indignas en las que vive la población – dice Saavedra. Ese malestar no es ideológico, los gobiernos son los que dan ese tinte a cada protesta”. En ese sentido, plantea que un gobierno debe ser respetuoso de los derechos y libertades de cada población sin importar la afinidad al gobierno.
Con este punto de vista discrepa la analista internacional, Katalina Barreiro, que explica que Colombia y Nicaragua tienen posibilidades de manifestación, por eso no se lo puede equiparar al sistema cubano, que es un símbolo internacional de control sobre la libre expresión y un control extremo sobre la circulación de su población tanto interna como externa.
América Latina en los últimos años ha sido el foco de las protestas sociales y estas se han intensificado por la pandemia de la Covid-19. En ese contexto, la analista internacional señala que Lasso tiene una posición clara sobre los lineamientos de política exterior que quiere para el país y para la región como presidente pro tempore de la CAN.
Sus objetivos de democracia liberal con diálogo y transparencia que permita tener inversiones extranjeras para la activación económica y para acceder a las vacunas. Es el mismo objetivo aprobado en la Declaratoria de la CAN.
En Ecuador para esta cooperación en materia económica, democrática y política se encuentran 52 embajadores y ministros a nivel mundial. De ellos, diez son representantes permanentes ante la Unión Europea (UE), Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y la Organización Mundial de Comercio (OMC). Solo faltan las designaciones de embajadores por cuota política, que corresponden a Guillermo Lasso y que aún no se han definido.
Estas faltas de designación no afectan a la política exterior, precisan Barreiro y Marcelo Espinel, de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo (FCD). Esto debido a que las embajadas estratégicas en el campo de comercio como son Colombia, Estados Unidos, China y España sí cuentan con las delegaciones del Ecuador.
Para Espinel lo importante es hacer una valoración de costo – beneficio al momento de realizar una designación. Durante el gobierno del expresidente Lenin Moreno se cerraron 17 embajadas por razones de austeridad y la pandemia. El Gobierno actual no ha descartado la posibilidad de volver a abrirlas. Etiopía, Nigeria, Bielorrusia, Argelia, Angola, Irán, Nicaragua, Malasia; y los consulados de Viena, Bruselas y Valencia en Venezuela, entre otros, fueron cerrados entre 2017 y 2021. (MC)
Retos en la comunidad andina
Veinte y cinco acuerdos se aprobaron en la Declaratoria de la Comunidad Andina el sábado 17 de julio de 2021. El presidente Guillermo Lasso marcó tres ejes de trabajo: comercial, digital y social. Para cumplir estos objetivos Katalina Barreiro señala que se deben dar respuestas al tema migratorio, no solo en la posibilidad de la tarjeta andina y la libre circulación entre los miembros de la comunidad, sino también una respuesta al fenómeno migratorio que todavía se mantiene en la región con Venezuela y que se ha ampliado con la ola migratoria de Ecuador a Estados Unidos.
El otro aspecto es clarificar cuáles van a ser los socios comerciales globales de la CAN, si bien es cierto, dice la analista, que hay un esfuerzo muy adelantado con la Unión Europea que ha permitido tener negociaciones con Colombia y Perú, es necesario mirar otros mercados, como la Alianza del Pacífico o nuevos convenios y consolidaciones comerciales con los mismos Estados Unidos.