El contralor subrogante, Carlos Riofrío, se salvó en el tiempo extra

Por un voto no se dio paso al juicio político del Contralor Subrogante

Este jueves 2 de junio el Pleno de la Asamblea trató la propuesta de juicio político contra el Contralor Subrogante, presentada por el correísmo.

Aunque hay nuevo regente del Pleno, las actuaciones de los legisladores no cambiaron. Hubo gritos, tensión, cambio de votos. Dos horas duró el debate. Cinco asambleístas dieron sus puntos de vista sobre la propuesta del asambleísta correísta Ronny Aleaga de iniciar un juicio político al Contralor por incumplimiento de funciones.

Las sesiones del Pleno siguen siendo como un derby sin árbitro 

Salvador Quishpe, asambleísta de Pachakutik, dio una lista con 10 glosas que Contraloría emitió este año contra “los supuestos revolucionarios”, según dijo Quishpe, al referirse al periodo presidencial del Rafael Correa.

Quieren tumbar al Contralor porque tiene glosas millonarias. Quieren tumbar al Contralor para borrar esas glosas”, siguió insistiendo el coordinador de la bancada de Pachakutik, mientras alzaba la voz. “Quieren lavar las glosas de la supuesta revolución tumbándole al Contralor. Son más de 1700 millones de dólares que pretenden lavar», dijo Quishpe.

Llegó el momento de las votaciones. Primero por la moción del asambleísta Pedro Velasco que defendió el archivo del juicio por haber pasado el tiempo reglamentario para tratarlo. Su moción no fue aprobada.

Luego, como un contragolpe, Aleaga insistió en su moción para dar paso al juicio político.

Virgilio Saquicela abrió la votación. Se necesitaban 70 afirmativos para que el Contralor Riofrio tenga que rendir cuentas y, posiblemente ser destituido.

Los números avanzaban rápido… hasta que llegó a 60. Ahí, la suma de quienes estaban de acuerdo con censurar al Contralor se puso cuesta arriba. 61, luego 62, y minutos después, 63. Así se llegó a 67. Se cerró la sesión y se oficiaron los resultados. No hubo apoyo para el juicio político.

El oficialismo celebró y, muy seguro, pidió reconsideración, esto significaba que se volvería a votar. Es una manera de reconfirmar la decisión del Pleno. Por poco se hacen autogol.

Todo se suspendió unos minutos para recargo del sistema operativo. Mientras tanto hubo más bulla de lo normal.

Pasaron a la reconsideración. El número de asambleístas que daban el sí al juicio político subía rápido. Esta vez llegaron hasta 68. Luego se estancó. Faltaban asambleístas por votar. Hubo gritos, los legisladores se agrupaban en diferentes curules.

Saquicela decía con firmeza: “¡Silencio por favor! ¡Asambleístas a sus puestos! ¡Estamos en una votación!”. Nadie hacía caso. El caos habitual seguía en la Sala Nela Martínez, hasta que el presidente de la mayoría, que en este caso no lo fue, tomo una decisión extrema: “Les doy un minuto más para votar y cerramos el conteo”.

El 68 subió a 69. El Secretario recordó que faltaban menos de 30 segundos. Todos se movían como rodeando a un árbitro de fútbol imaginario. Saquicela les repitió dos veces que ya se había acabado el minuto. Y cerró la votación.

Cuatro asambleístas se quedaron sin votar. Hubo reclamos en forma de brazadas.

Johanna Moreira pidió rectificación. Saquicela le preguntó qué quería rectificar, Moreira le dijo que no todos votaron. Saquicela le recordó que les dio un minuto adicional. Se le consultó al Secretario General, quien dijo que los tiempos se cumplieron. Moreira reclamó, con el micrófono cerrado.

Saquicela zanjó el tema pasando al siguiente punto del orden del día. Hubo aplausos.

Con esto, no se dio pasó al juicio político contra el Contralor Subrogante Carlos Riofrío. Como tampoco hubo votos suficientes para el archivo, la propuesta se quedó en el limbo, en donde quedan algunas decisiones de la Asamblea Nacional. (GVL)