Solo el tiempo lo dirá

La visita oficial de Mike Pence, vicepresidente de los Estados Unidos, tuvo una gran significación, puesto que en décadas nadie de ese nivel dentro de los sucesivos gobiernos norteamericanos se había reunido con algún mandatario ecuatoriano en el Palacio de Carondelet. Es la culminación de un difícil proceso de reconstrucción de las relaciones bilaterales, luego de todo lo que hiciera el correísmo durante diez años para hacerlas polvo.

Encuentra Pence un régimen que trata de ganar oxígeno en lo político y lo económico. Que al mismo tiempo quiere un impulso decisivo al gasto social, llevar adelante un programa de austeridad fiscal, reducir el tamaño del Estado y superar el nacionalismo económico, es decir, abrir el país al mundo por esta vía. Un gobierno que busca un cambio, pero carece de capacidad de gestión y operatividad política suficiente.

Se entrevistó Pence con un Presidente que enfrenta serios problemas de desempleo, pobreza, inseguridad, narcotráfico, desigualdad, violencia y grandes desafíos en salud y educación, así como en seguridad social. Que busca implantar una política económica que reporte al Estado ingresos sólidos y crecientes, para enfrentar ese escenario donde hay conflictos en desarrollo y otros, quizás más graves, latentes.

Ecuador necesita concretar sus esperanzas de cambio. Siendo parte Pence de un régimen populista de derecha, cuya consigna es “los norteamericanos primero”, ¿podrá el presidente Lenín Moreno y su gobierno recibir una colaboración eficaz y desinteresada para afrontar un panorama tan complejo? Solo en el tiempo está la respuesta sobre la posible utilidad de la visita de Pence.


La casualidad nos da casi siempre lo que nunca se nos hubiere ocurrido pedir”. Alphonse de Lamartine Historiador, político y poeta francés (1790-1869)La vida es hermosa, vivirla no es una casualidad”. Albert Einstein Científico alemán (1879-1955)