Que sepan inspirar confianza

Son pocos los que aún creen en la solvencia ética y jurídica de la mayoría de los exjueces de la Corte Constitucional depuesta por el Consejo de Participación Ciudadana Transitorio. El expedito procedimiento para deponerlos genera dudas, pero se ponen a un lado cuando se analiza el proceder de ese alto tribunal durante los años del correísmo en el poder. Sin embargo, ¿quiénes habrán de sustituirlos?

El proceso de selección de jueces es complejo y controvertido. ¿Dará estabilidad a la Función Judicial en su conjunto? La nueva Corte, ¿tendrá la confianza de la ciudadanía? El sistema judicial ecuatoriano desde hace mucho tiempo es cuestionado por su ineficacia en unos casos, su tendencia a la parcialidad, las sospechas de corrupción en el desempeño de muchos de sus personeros y la interpretación sesgada de la Constitución y las leyes.

En la década pasada, su sometimiento al Ejecutivo fue vergonzosa. La indiferencia, desconfianza, las sospechas, indignación o incluso rechazo total a los operadores de justicia fueron conductas habituales entre los ecuatorianos. Lo cual no quiere decir que no contáramos con jueces, fiscales y juristas inmunes a las fuertes y desconsideradas presiones políticas de entonces.

Construir un vínculo virtuoso que incluya una relación confiable y fluida entre la sociedad y la justicia es una tarea ardua y de enormes responsabilidades éticas, aún más si se trata de “armar” una Corte Constitucional en el menor tiempo posible. En una palabra, una Corte que en las personas comunes sepa inspirar confianza, hablando verazmente y comportándose con integridad.


Las que conducen y arrastran al mundo no son las máquinas, sino las ideas”. Victor Hugo Novelista francés (1802-1885)

Cuanto más conservadoras son las ideas, más revolucionarios los discursos”. Oscar Wilde Dramaturgo y novelista irlandés (1854-1900)