Las cucarachas corren a esconderse

El proceso de transformar la masa obediente y compacta que se quiso forjar durante el correísmo, en un conjunto de ciudadanos responsables y conocedores de sus derechos, comienza a dar sus frutos. Se desclasifican documentos clave en escandalosos casos en que la justicia brilló por su ausencia, se revisan otros y se llama a declarar a las cabezas visibles de este afán de masificación de la década perdida.

Por primera vez la ciudadanía levanta la cabeza y hace que todas las funciones del Estado actúen de una vez, sin esperar que el Ejecutivo les diga cómo actuar, investigar, conducir los procesos y elaborar las sentencias. La libertad que debe imperar en lo que denominamos república va dando pasos decisivos para recuperar el lugar que le corresponde en nuestra sociedad.

Aún muy pronto para aplaudir; aún hay mucha basura por remover, mucha arbitrariedad por examinar a fondo y muchos cabecillas con la cabeza escondida bajo el ala. Sus nombres comienzan a oírse en los tribunales y afloran en documentos y confesiones judiciales. Hay que seguir adelante, no desmayar, porque tal vez sea una oportunidad irrepetible la que ahora tenemos todos los ciudadanos.

Los instrumentos para ejercer los derechos ciudadanos a la transparencia y la decencia en el manejo de la cosa pública están a la vista y a nuestro alcance. Las luces han sido prendidas y las cucarachas corren a esconderse. Nadie debe descansar hasta localizarlas, ponerlas a la vista de todos y hacer que la espada de la justicia caiga sin cortapisas sobre cada una de ellas. Después será demasiado tarde.


Un rey no debe caer nunca de su trono, excepto cuando el trono cae”. Vittorio Alfieri. Dramaturgo y poeta italiano, (1749-1803)Cualquier gobernante puede hacer tonterías; lo que no se le permite
es decirlas”. León Daudí. Escritor español (1905-1985)