La renuncia del Presidente del Perú

POR: Laura Benítez Cisneros

El contraste político que afrenta el Presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, por el caso de corrupción de Odebrecht, nos demuestra la carencia de gobernabilidad en el país del sur, por el enriquecimiento ilícito vinculado a sus negocios y a su mandato.

Su renuncia se debe a que iba a ser juzgado por el Parlamento Peruano y destituido de su cargo por la denuncia presentada por el hijo de Fujimori, en la compra de votos a los congresistas del Parlamento Peruano, lo que le hace desistir de su cargo.

Estos tipos de corrupción en algunos países de América latina no es más que la descomposición ética y moral que ha golpeado fuertemente algunos países, entre ellos nuestro Ecuador, en donde todos los corruptos se han declarado inocentes y hoy en día dicen ser víctimas de persecución política.

La corrupción impera en las esferas gubernamentales de los Estados y en otros. La conducción en el vecino país del Perú deja mucho que pensar: cuatro Presidentes del país han sido señalados como corruptos, información que fue descubierta hace algún tiempo según los medios de comunicación.

Encontramos gobernantes que en las últimas dos décadas en el Perú han realizado técnicamente formidables andamiajes gigantescos con sobre precios. La misma situación que ha sucedido en nuestro país. ¡Qué descaro!

Las conquistas realizadas por los sectores públicos han contribuido a la lucha contra los actos de corrupción, que cada día son más, y más es necesario desterrar está corruptela que es un mal ejemplo para nuestras sociedades del hoy y del mañana. Tenemos que romper el vínculo del corrompido y el corruptor en nuestra América.

Luchemos porque la unidad sea la fuerza de los pueblos.