La condena de Leopoldo López


El 10 de septiembre de 2015, el líder político opositor venezolano Leopoldo López, recibió una condena de casi 14 años por liderar una manifestación popular que por la represión y violencia desatada, dejó 43 muertos. López, acusado de instigación y daños a la propiedad, es el político más popular de la oposición venezolana, superando –incluso- a Henrique Capriles, según últimas encuestas.

El apresamiento de López deja sumamente mermada a la oposición venezolana, que conforme a sus estimaciones, suma 78 presos políticos; incluido el alcalde de Caracas, Antonio Ledesma; de Daniel Ceballos (exalcalde de San Cristóbal); y la inhabilitación para participar de la asambleísta María Corina Machado.

La sentencia de López nos recuerda episodios de otros líderes fabulosos como Nelson Mandela, quien pasó 27 años de su vida en prisión por supuesta conspiración; y luego, la vida le permitió liderar con gran éxito a Sudáfrica.

Para todo esto el presidente Maduro ha pedido a la comunidad internacional que no se meta en los asuntos internos de Venezuela; invocando la soberanía nacional; actuando a nombre de una revolución que ha pulverizado económicamente la tierra de Bolívar.

Tan solo los gobiernos de los Estados Unidos, Canadá, España, y decenas de expresidentes iberoamericanos han rechazado la sentencia y han solicitado la liberación de López. Sostienen que exigir el respeto de garantías del debido proceso y derechos humanos no debería ser visto como una intromisión en la política interna.

Respecto de esta malentendida soberanía invocada, bien lo anotan los expresidentes chilenos Eduardo Frei y Ricardo Lagos al condenar la sentencia de López, al sostener que “cuando se violan los derechos humanos no hay fronteras y es legítimo levantar la voz por otros pueblos cuando somos testigos de arbitrariedades e injusticias”. (O)