Guido Favián Quirola
Hace mucho tiempo ya que este concepto dejó la ciencia ficción y se está volviendo un compañero inseparable en nuestras vidas; y aunque sigue en desarrollo, esta tecnología está llamada a protagonizar una revolución como en algún momento lo hizo la misma Internet. Tal vez aún te suene un término extraño, pero si hemos usado el asistente virtual de Google, Alexa o Siri, o si en facebook notaste que te propuso etiquetar a un amigo tuyo que aparece en una foto, pues felicidades ya estás pisando terrenos en donde reinan las nuevas tecnologías.
Este será el primero de una serie de artículos que abordarán esta no tan nueva temática, tratando de analizar las áreas más representativas en donde su aplicación hoy por hoy ha marcado un antes y un después en cada una de sus respectivas áreas de conocimiento.
Fueron John McCarthy, Marvin Minsky y Claude Shannon quienes acuñaron la expresión “inteligencia artificial” en la conferencia de Dartmouth en 1956 y la definieron como “la ciencia e ingenio de hacer máquinas inteligentes, especialmente programas de cómputo inteligentes”, los cuales desde su definición están cambiando todos los aspectos de nuestra vida: trabajo, movilidad, medicina, economía, comunicación, agricultura, la forma de interactuar entre nosotros y cada una de las áreas en las que nos desenvolvemos; será afectada ineludiblemente por la AI, sobre la cual únicamente aparece como una borrosa nube en el futuro ya que nadie aun conoce cuál será el límite de su desarrollo y cuáles serán las consecuencias de su aplicación; sin embargo, trataremos de ir describiendo acorde a su tendencia actual y a sus proyectos más emblemáticos lo que es real y lo que seguirá siendo una utopía.
Por ahora, solamente dejaremos una definición de AI con la que nos guiaremos y simplemente diremos que son aplicaciones de software que tratan de imitar las capacidades de la mente humana, aprender de ejemplos y experiencias, reconocer objetos, comprender y responder al lenguaje natural, tomar decisiones y resolver problemas, su campo de aplicación es ilimitado de allí el misterio de ¿hasta dónde nos llevará?.