El poder en las sombras

Siempre hemos escuchado que a escala nacional e internacional existen poderes ocultos que determinan lo que sucede o deja de suceder en los países o regiones. Se habla de que existen poderes económicos, la banca, las transnacionales, los grupos ideológicos o determinados personajes que hacen y deshacen desde las sombras y que los políticos terminan siendo sus serviles mandatarios. Hemos escuchado que en esas condiciones, el poder no lo tiene el pueblo y que éste es utilizado solamente para poner los votos dentro de sistemas políticos “democráticos” que terminan siendo un verdadero sainete que se deja notar en épocas electorales. Excepciones han ocurrido cuando a lo largo de la historia han surgido desde abajo verdaderos líderes de talla superior que han llegado a provocar verdaderas rupturas y reivindicaciones en favor de los sectores menos favorecidos: Ghandi, Mandela, entre otros.

A escala local (provincia, cantón y parroquia) el asunto no es muy diferente. Hay cosas que suceden o dejan de suceder porque existen poderes ocultos que dirigen desde las sombras. Financistas de campañas y/o mandamases que, una vez tomados el poder, instalan verdaderas “escuelas” durante largos períodos y siempre están tratando de mantener sus hegemonías. Seguramente existirían excepciones pero muchos prefectos y alcaldes han obedecido a líneas de esta naturaleza. Los cargos y crecimientos de la burocracia, las obras y su contratación, y la orientación del desarrollo del territorio (se es que hubiese existido) son impuestas a conveniencia de alguien. Muchas autoridades han sido sus instrumentos y han tratado de convertirse en herederos. Esto explica, en parte, porqué zonas tan ricas en talento humano y recursos naturales se mantienen sumidas en la pobreza, en la falta de empleo y de oportunidades, y porqué se invierte de determinadas cosas y no se invierte en asuntos que interesa a las mayorías ciudadanas. Es que “para conseguir algo, toca hablar con el duro” es lo que se escucha en los corrillos.

En contraste, existe un concepto ampliamente difundido y utilizado a escala mundial: “Desarrollo Local” cuya aplicación solo es posible si dentro de cada territorio existen acuerdos básicos en la población para aprovechar las potencialidades y superar las restricciones. Los tecnócratas lo afinan con la denominación “desarrollo endógeno” es decir desde adentro y desde abajo en forma participativa. Cada región, provincia o cantón diseñando su propia hoja de ruta y su plan. Si esto existe y es aplicado en otros lugares, porque no sucede en nuestras localidades?. De todas maneras, tomemos en cuenta que al elegir autoridades no les hemos entregado las escrituras en propiedad, ni una chequera en blanco.