La situación económica y la inseguridad que se vive en Venezuela son las causas principales para que miles de personas decidan dejar su país y radicarse en Ecuador.
Ambato no está exenta de ser una de las ciudades preferidas por los venezolanos que buscan mejores oportunidades.
En su país la familia Chacón era emprendedora, tenían su propio negocio, casa propia, terreno y hasta vehículo, ahora viven hacinados en un departamento en una parroquia rural de Ambato.
Andrés Chacón, de 28 años de edad, fue el primero de su familia que salió de Caracas, capital venezolana, según dice en búsqueda de la calidad de vida que perdieron en su país.
“Hace algún tiempo atrás uno podía trabajar, poner su esfuerzo, echarle ganas para salir adelante, pero hace más de tres años la situación se tornó crítica”, recordó.
Según Andrés una cosa es contar como está su país y otra muy distinta vivir en carne propia esa crisis, ya que la gente no cuenta con el dinero para vivir a diario, se encuentran sin empleo, y si lo tienen el sueldo mínimo no es que alcance para sobrevivir, además de tener que lidiar con la inseguridad, la delincuencia y la falta de productos.
Andrés comentó que es en vano el alza del sueldo mínimo que propone el Gobierno venezolano, ya que quien tiene la posibilidad de tener un trabajo, ganará este sueldo, pero este no alcanza para nada.
“Qué hace con un buen sueldo cuando no hay empleo y los productos están carísimos, es más, muchas veces no se consigue comida o útiles de aseo ni siquiera con el dinero”, dijo.
Emprendedores
Omar Chacón, padre de Andrés, tiene pocas semanas que arribó a la ciudad con su esposa, Graciela. La pareja comenta que para venir a Ecuador vendieron propiedades y cerraron su negocio para empezar de cero.
En un cuarto se acomoda la familia de cuatro integrantes, unos duermen en un colchón prestado, otros en hamaca, la cuestión es que dicen sentirse mejor en Ecuador.
“La delincuencia e inseguridad es trágica hay gente que ha matado por una funda de leche, no se puede vivir así”, aseguró Omar.
Según él, varios familiares, amigos y conocidos también están pensando venir a Ecuador y radicarse en Ambato y “es que allá tenemos que hacer cola hoy para mañana en la tarde poder comprar algo, pasamos todo el día y toda la noche haciendo colas y muchas veces ni así se consigue comprar”, explicó.
Graciela por su parte, prefiere dejar atrás la grave situación de su país y enfocarse en emprender para salir adelante, a pesar de los pocos días que lleva en Ambato ya hizo los contactos para empezar a trabajar, sabe costura y aseguró que con su máquina sabe hacer de todo y lo que no sabe pues lo aprende en cuestión de minutos. “Llegamos sin nada y necesitamos, hay que echar pa’ lante’”, aseguró.
La familia dice que a pesar de la crisis que también se vive en Ecuador por lo menos acá tienen la libertad de comprar lo que necesitan y trabajar sin importar cuanto les paguen, puesto que lo que se gana aquí representa una buena remuneración con respecto a cómo viven en su tierra. (FCT)