Universidades dan ayuda humanitaria durante el paro nacional

Donaciones. Reciben cobijas, medicinas y alimentos no perecibles.
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Desde las 23:00 del lunes, cerca de 700 indígenas llegaron tras un día de caminata al coliseo de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), en Quito, que abrió sus puertas a los miembros de las comunidades que han sido convocadas al paro contra las reformas económicas.

“En nuestro coliseo pernoctan y también hay un sitio de alimentación. Tenemos cerca de 80 estudiantes voluntarios”, indicó José Enrique Juncosa, rector de la UPS, quien acotó: «En esta situación polarizada que vive el país, es ser apolíticos y hacer un llamado al diálogo y al respeto».

Dentro de las instalaciones se observaba a dirigentes y sus familias en distintas actividades: unos rezaban formando un círculo, niños que jugaban con los brigadistas, y otros se organizaban para movilizarse.

«En la mañana desayunamos y ahora estamos tomando lista para salir a concentrarnos con nuestros otros hermanos», dijo Ángel López, presidente de la junta parroquial de Cuellar (Imbabura).

Cooperación
Desde el anuncio de las movilizaciones indígenas, la UPS hizo un llamado a la comunidad para que donen cobijas, medicinas y alimentos no perecibles.

Lo mismo pasó en otras instituciones como la Pontificia Universidad Católica (PUCE), donde el panorama era similar. Hasta sus instalaciones llegaron más de 400 miembros de distintas comunidades.

Ericka Córdova, exalumna de la PUCE y una de las 20 voluntarias, estuvo a cargo de la cocina: «Queremos ayudar en lugar de restar. No tomamos una postura política, solo hacemos un llamado al diálogo».

Diego Mancheno, docente, dijo que esta concentración recibe a los campesinos de las comunidades de Cotopaxi donde la PUCE realiza trabajo social: “Las universidades pueden ser un excelente mediador para generar compromisos”.

En la Universidad Central del Ecuador, los estudiantes de las facultades de Medicina y de Primeros Auxilios se han organizado para apoyar en caso de existir manifestantes heridos. Su rector, Fernando Sampértegui, dijo que han preparado condiciones para alojar a madres con niños. (AVV)

Desde las 23:00 del lunes, cerca de 700 indígenas llegaron tras un día de caminata al coliseo de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), en Quito, que abrió sus puertas a los miembros de las comunidades que han sido convocadas al paro contra las reformas económicas.

“En nuestro coliseo pernoctan y también hay un sitio de alimentación. Tenemos cerca de 80 estudiantes voluntarios”, indicó José Enrique Juncosa, rector de la UPS, quien acotó: «En esta situación polarizada que vive el país, es ser apolíticos y hacer un llamado al diálogo y al respeto».

Dentro de las instalaciones se observaba a dirigentes y sus familias en distintas actividades: unos rezaban formando un círculo, niños que jugaban con los brigadistas, y otros se organizaban para movilizarse.

«En la mañana desayunamos y ahora estamos tomando lista para salir a concentrarnos con nuestros otros hermanos», dijo Ángel López, presidente de la junta parroquial de Cuellar (Imbabura).

Cooperación
Desde el anuncio de las movilizaciones indígenas, la UPS hizo un llamado a la comunidad para que donen cobijas, medicinas y alimentos no perecibles.

Lo mismo pasó en otras instituciones como la Pontificia Universidad Católica (PUCE), donde el panorama era similar. Hasta sus instalaciones llegaron más de 400 miembros de distintas comunidades.

Ericka Córdova, exalumna de la PUCE y una de las 20 voluntarias, estuvo a cargo de la cocina: «Queremos ayudar en lugar de restar. No tomamos una postura política, solo hacemos un llamado al diálogo».

Diego Mancheno, docente, dijo que esta concentración recibe a los campesinos de las comunidades de Cotopaxi donde la PUCE realiza trabajo social: “Las universidades pueden ser un excelente mediador para generar compromisos”.

En la Universidad Central del Ecuador, los estudiantes de las facultades de Medicina y de Primeros Auxilios se han organizado para apoyar en caso de existir manifestantes heridos. Su rector, Fernando Sampértegui, dijo que han preparado condiciones para alojar a madres con niños. (AVV)

Desde las 23:00 del lunes, cerca de 700 indígenas llegaron tras un día de caminata al coliseo de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), en Quito, que abrió sus puertas a los miembros de las comunidades que han sido convocadas al paro contra las reformas económicas.

“En nuestro coliseo pernoctan y también hay un sitio de alimentación. Tenemos cerca de 80 estudiantes voluntarios”, indicó José Enrique Juncosa, rector de la UPS, quien acotó: «En esta situación polarizada que vive el país, es ser apolíticos y hacer un llamado al diálogo y al respeto».

Dentro de las instalaciones se observaba a dirigentes y sus familias en distintas actividades: unos rezaban formando un círculo, niños que jugaban con los brigadistas, y otros se organizaban para movilizarse.

«En la mañana desayunamos y ahora estamos tomando lista para salir a concentrarnos con nuestros otros hermanos», dijo Ángel López, presidente de la junta parroquial de Cuellar (Imbabura).

Cooperación
Desde el anuncio de las movilizaciones indígenas, la UPS hizo un llamado a la comunidad para que donen cobijas, medicinas y alimentos no perecibles.

Lo mismo pasó en otras instituciones como la Pontificia Universidad Católica (PUCE), donde el panorama era similar. Hasta sus instalaciones llegaron más de 400 miembros de distintas comunidades.

Ericka Córdova, exalumna de la PUCE y una de las 20 voluntarias, estuvo a cargo de la cocina: «Queremos ayudar en lugar de restar. No tomamos una postura política, solo hacemos un llamado al diálogo».

Diego Mancheno, docente, dijo que esta concentración recibe a los campesinos de las comunidades de Cotopaxi donde la PUCE realiza trabajo social: “Las universidades pueden ser un excelente mediador para generar compromisos”.

En la Universidad Central del Ecuador, los estudiantes de las facultades de Medicina y de Primeros Auxilios se han organizado para apoyar en caso de existir manifestantes heridos. Su rector, Fernando Sampértegui, dijo que han preparado condiciones para alojar a madres con niños. (AVV)

Desde las 23:00 del lunes, cerca de 700 indígenas llegaron tras un día de caminata al coliseo de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), en Quito, que abrió sus puertas a los miembros de las comunidades que han sido convocadas al paro contra las reformas económicas.

“En nuestro coliseo pernoctan y también hay un sitio de alimentación. Tenemos cerca de 80 estudiantes voluntarios”, indicó José Enrique Juncosa, rector de la UPS, quien acotó: «En esta situación polarizada que vive el país, es ser apolíticos y hacer un llamado al diálogo y al respeto».

Dentro de las instalaciones se observaba a dirigentes y sus familias en distintas actividades: unos rezaban formando un círculo, niños que jugaban con los brigadistas, y otros se organizaban para movilizarse.

«En la mañana desayunamos y ahora estamos tomando lista para salir a concentrarnos con nuestros otros hermanos», dijo Ángel López, presidente de la junta parroquial de Cuellar (Imbabura).

Cooperación
Desde el anuncio de las movilizaciones indígenas, la UPS hizo un llamado a la comunidad para que donen cobijas, medicinas y alimentos no perecibles.

Lo mismo pasó en otras instituciones como la Pontificia Universidad Católica (PUCE), donde el panorama era similar. Hasta sus instalaciones llegaron más de 400 miembros de distintas comunidades.

Ericka Córdova, exalumna de la PUCE y una de las 20 voluntarias, estuvo a cargo de la cocina: «Queremos ayudar en lugar de restar. No tomamos una postura política, solo hacemos un llamado al diálogo».

Diego Mancheno, docente, dijo que esta concentración recibe a los campesinos de las comunidades de Cotopaxi donde la PUCE realiza trabajo social: “Las universidades pueden ser un excelente mediador para generar compromisos”.

En la Universidad Central del Ecuador, los estudiantes de las facultades de Medicina y de Primeros Auxilios se han organizado para apoyar en caso de existir manifestantes heridos. Su rector, Fernando Sampértegui, dijo que han preparado condiciones para alojar a madres con niños. (AVV)