Trabajo infantil, mal sin extirpar

RUTINA. Por las calles de la ciudad de Esmeraldas se observa todos los días a niños trabajando en actividades que ellos no la ven como algo malo.
RUTINA. Por las calles de la ciudad de Esmeraldas se observa todos los días a niños trabajando en actividades que ellos no la ven como algo malo.

Hoy es el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, en contraste, más de 375.000 trabajan en el Ecuador.

Durante tres años Angie Vivero trabajó en un lugar frío y mariscoso. Pelaba camarón en una empacadora junto a mamá y en otros días vendía el producto en las calles. No son los mejores de recuerdos de sus 11 años. Ahora tiene 26 y es mamá.

“Una madre muy feliz”, lo dice con orgullo, al punto de que está dispuesta a sacrificar su sueño de ser veterinaria para darle todo el tiempo a su nenita de 9 meses. Confiesa que siente algo de enojo con su mamá porque no le permitió tener una infancia feliz, ya que la jornada de trabajo en ocasiones empezaba a las 03:00.

Su rencor se borra al recordar que, también fue su progenitora quien la acercó al exproyecto Panita que atendía a niños y niñas vinculados al trabajo infantil, del que sí tiene lindos recuerdos y conserva amistades ligadas por la misma circunstancia.

Cifras de la problemática

La organización Aldeas SOS tiene cifras escandalosas sobre el trabajo infantil en el Ecuador. Han logrado cuantificar que si juntaran a todos los menores de edad que trabajan podrían llenar 10 veces y medio el estadio ‘Atahualpa’ de Quito con los 375.000 chicos registrados. Y tienen más.

Advierten que el desempleo de los adultos y el cierre físico de las escuelas provocarían que más niñas, niños y adolescentes se vean obligados a trabajar y abandonar sus estudios.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) alertó que debido a la crisis causada por el coronavirus “es probable que las familias en situación de pobreza envíen a sus hijos e hijas al mercado laboral”, lo que aumentará las tasas de trabajo infantil en la región, “que ya se sitúan en 10.5 millones de niñas, niños y adolescentes que están obligados a trabajar. Esto representa el 7.3% de la población de 5 a 17 años”.

Angie, nacida y criada en Esmeraldas ya no es parte de ese histórico vergonzoso del Ecuador, ni desea que su hija lo sea. Ella incluso participará hoy, el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, de una charla virtual que impulsa Indes, una organización que promueve debates y reflexiones sobre buenas prácticas en la prevención y erradicación del trabajo infantil.

Vulnerables en las calles

Ellos justifican su lucha en las voces de los vulnerados y estadísticas como las del INEC, donde se estima que 310.000 ecuatorianos de 5 a 14 años trabajan en las calles y 188.000 son de 15 a 17 años; esa actualización es de diciembre 2019. “No hay datos actuales por la pandemia, no se ha podido levantar datos”, aclara el gerente de Indes, José Goyes.

Mientras se cotejan las cifras, al caminar por las calles de ciudad de Esmeraldas es ‘normal’ toparse con niños, niñas o adolescentes en horarios de clases empujando triciclos con verduras, vendiendo cloro o acompañando a sus padres, mientras los adultos terminan la jornada en los mercados.

Angie, quien sí vivió el trabajo infantil y siente las secuelas de ese oficio no legalizado en el Ecuador, dice con énfasis que no justica de ninguna manera el trabajo infantil, “los niños tienen que ser niños no tienen que tener responsabilidades de esa magnitud. Una cosa distinta es que le enseñemos el valor del trabajo”, aclara.

RIESGO. Niñas de diferentes edades están en las calles vendiendo productos. Algunas aseguran que lo hacen compañías de sus padres.
RIESGO. Niñas de diferentes edades están en las calles vendiendo productos. Algunas aseguran que lo hacen compañías de sus padres.

Viven paupérrimamente

Karina Vivar, exmediadora del programa Panita, es más radical es su concepto. Está convencida que el trabajo infantil es una actividad de explotación laboral, coarta el desarrollo, les limita su progreso y “los condenan a vivir paupérrimamente, truncando los sueños, las esperanzas, las ganas de vivir, perjudicando directamente su salud física y mental, fomentando emociones violentas que lentamente los destruye”.

152 millones de niños entre 5 y 17 años trabajan según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).Y agrega que “no existe, sin miedo a equivocarme, en Esmeraldas un proyecto que esté actuando directamente en paliar este problema social. El MIES cumple de alguna manera, pero no con propuesta formativa”, enfatiza la exmediadora de proyectos sociales que permitieron a niñas como Angie Vivero, dejar las calles y ahora decir a viva voz: “soy una madre muy feliz que no permitirá que mi hija trabaje”. (MGQ)

‘No den dinero en las calles’

Aldeas Infantiles SOS Ecuador, recomienda a no financiar el trabajo infantil entregando dinero en las calles a los niños y a las niñas, más bien incita a denunciar estos hechos a través del 9-1-1. También exhorta al Estado Ecuatoriano a promover servicios integrales para las familias a través de programas de emprendimientos productivos, capacitación, reconversión laboral y ofertas laborales que permitan superar los niveles de pobreza.

Más y menos estudiantes fiscales

Que alumnos estén obligados a trabajar y abandonar sus estudios por “el desempleo de los adultos y el cierre físico de las escuelas”, es algo que la Zona 1 de Educación, de la que es parte Esmeraldas no comparte y lo explica con números.

En sus estadísticas del año lectivo 2019-2020 aseguran que agruparon a 179.892 estudiantes desde Inicial a tercero de Bachillerato. En contraste, 12 días después del nuevo periodo escolar en la región Costa contabilizan a 190.659 matriculados.

El consolidado de nueve distritos, determina entre inicial y décimo de básica de un año al otro aumentaron 3.275 y, 5.982 en Bachillerato. Sin embargo, mirando en detalles las cifras, entre los niveles Inicial y Tercero de básica se detectan a 5.713 menos matriculados; de cuarto a décimo subió a 8.988; en Bachillerato también aumentaron 5.982 alumnos.

Cifras de desigualdades, de la población infantil que trabaja

Zona rural

Zona urbana

Etnia indígena

Etnia afrodescendiente

Etnia mestiza

Etnia montubia

Hogares en situación de pobreza

Hogares en situación de no pobreza

16%

3%

26%

4%

5%

7%

12%

6%

Fuente: Aldea SOS

Los niños tienen que ser niños no tienen que tener responsabilidades de esa magnitud. Una cosa distinta es que le enseñemos el valor del trabajo”, extrabajadora infantil Angie Vivero