En el caso de la Gran Nacional Minera, Río Napo y Refinería del Pacífico, los costos todavía siguen.
Desde 2008, los expresidentes Rafael Correa y Hugo Chávez firmaron una serie de convenios y acuerdos de asociación, para impulsar desde una refinería hasta una fábrica de focos ahorradores; sin embargo, 10 años después, pocas de esas iniciativas iniciaron y ninguna, a la fecha, se mantiene operativa y generando ingresos para el Estado ecuatoriano.
Así, la Gran Nacional Minera, que inició operaciones en 2010, con la concesión del proyecto Reventador, debido a los malos resultados y las ineficiencias administrativas, se encuentra en estado inactivo, según información del portal web de la Superintendencia de Compañías.
Sin embargo, hasta agosto de este año, aunque no se registran operaciones de ningún proyecto, esta empresa de economía mixta, con un 51% de participación de Ecuador y 49% de Venezuela, registró gastos por 838.659,82 dólares. Durante 2017, los egresos alcanzaron los 2’048.609,81 de dólares. Dentro de estos montos, se incluyen desembolsos de 44.000 mensuales por sueldos de 24 empleados.
Posible arbitraje
La empresa binacional formada para la construcción de la llamada Refinería del Pacífico también está inactiva, según la Superintendencia de Bancos. A pesar de que la participación era 51% para Ecuador y 49% para Venezuela, nuestro país terminó invirtiendo 1.500 millones y nuestro vecino solo 200 millones.
La liquidación definitiva de esta empresa y su reemplazo por un nuevo proyecto llamado Refinería de Manabí, están paralizados ante la notificación de un posible proceso de arbitraje, entregada por Petróleos de Venezuela (Pdvsa), exigiendo más de 300 millones de dólares en compensación.
Ecuador pierde
Finalmente, la empresa Río Napo, constituida para operar el Campo Sacha, fracasó y en lugar de aumentar la producción, que en sus mejores épocas llegó a los 70.000 barriles diarios, la redujo.
EL DATO
Entre 30 a 35 proyectos, firmados por Hugo Chávez y Rafael Correa se quedaron en ‘buenas intensiones’.Según el experto petrolero Augusto Tandazo, esta iniciativa fue un pésimo negocio para el país, pero muy bueno para el Gobierno venezolano. “Les dimos el 30% del campo y movimos la curva de producción para que ganen más. Pero Venezuela nunca nos dio la operación del Ayacucho 5, y luego nos ofreció el 14% de un campo que tenía una producción de apenas 8.000 barriles”, contó.
El ministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables, Carlos Pérez, comentó que nuevas inversiones, sobre todo para el nuevo proyecto de la Refinería de Manabí, están a la espera de que se solucionen los problemas pendientes con empresas venezolanas. (JS)
Treintena de proyectos ‘de papel’
° Además de los proyectos que empezaron, pero que no llegaron a concretarse, también hubo muchos otros, entre 30 y 35, que solo se quedaron en la firma y las buenas intenciones. Así, nunca se avanzó en la siderúrgica nacional, la planta de focos ahorradores, el gasoducto regional, la planta de aceites y lubricantes, entre otros.
Caso aparte es el fallido proyecto de explotación de gas natural en la isla Puná. “Pdvsa no asumió los costos del pozo que perforó y resultó seco. Además, terminamos pagando 25 millones de dólares por un trabajo que se hizo con sísmica antigua, cuando hay tecnología 3D”, concluyó Augusto Tandazo.
Otro compromiso incumplido fue la rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas, donde el Gobierno venezolano debía encontrar el financiamiento requerido.