Bogotbr>
El diogo del gobierno colombiano con las paramilitares AUC, que estaba al punto de la ruptura, recibila vpera un fuerte impulso con el consenso que establece la llamada «zona de ubicaci» de irregulares en el norte del pa.
Los jefes paramilitares, encabezados por Salvatore Mancuso, de ascendencia italiana, dispondr de un territorio de 368 kiletros cuadrados para el desarrollo con el Ejecutivo de un acuerdo anterior, que estaba en suspenso.
El nuevo consenso sorprendial pa, pesimista desde mediados del mes pasado por una puja entre las partes, radicalizadas ante una iniciativa legal del Ejecutivo que propone prisi para los responsables de delitos atroces, mtiples en el caso de las AUC, que han advertido de que no purgar ni un d de ccel.
Pero ante todo, por la negativa del presidente Alvaro Uribe a negociar la extradici de los solicitados bajo cargos de narcotrico por los Estados Unidos, como el desaparecido ler polico de la organizaci, Carlos Casta, y Mancuso, el jefe militar.
La extradici «se conservartal y como esten la actualidad y con plena vigencia», ratificayer el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, una vez que regresde Santafde Ralito, eje de la creada «zona de ubicaci».
No obstante, matizque, en el momento de decisiones, el gobierno considerarcomo «elementos de juicio» la «buena conducta» y el «propito de enmienda» de personas que, como Mancuso, se comprometan con un proceso de paz, caso en el cual las comunidades nacional e internacional pueden asumir una «actitud comprensiva».
La aldea que centrarla «zona de ubicaci» pertenece a la localidad de Tierralta, a unos 800 kiletros de Bogoty en el departamento de Cdoba, regi con un extendido control de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que se lo arrebataron a la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En el caser fue firmado el pasado 15 de julio el primer consenso formal del proceso, el «Acuerdo de Santafde Ralito para contribuir a la paz de Colombia», que comprometia los irregulares con la desmovilizaci de sus cerca de 13.000 integrantes, en un proceso que irhasta diciembre de 2005.
A ese convenio se acogihace poco el Bloque Central Bolar (BCB), con unos 6.000 miembros.
El consenso del jueves fue suscrito en la misma aldea, pero a diferencia del primero, sin Casta, que en 1984 liderla agrupaci AUC y desaparecido desde el 16 de abril timo tras un supuesto atentado en la zona vecina de Urab que el gobierno ha exigido que sea esclarecido.
A pesar de ello, el nuevo acuerdo reaviven las partes el optimismo por este proceso, que empezen diciembre de 2002, previo un cese de hostilidades unilateral e indefinido por las AUC, que no lo han respetado de forma cabal, como lo ha reconocido el Ejecutivo.
Es «un paso muy significativo», declarel diplomico argentino Sergio Caramagna, coordinador de la Misi de Apoyo al Proceso de Paz de Colombia (MAPP) de la OEA y que concurria la cita como testigo, junto a Julio Car Vidal, obispo de Monter, la capital cordobesa.
Caramagna asistia finales de noviembre pasado a la desarticulaci en Medell de m de 850 integrantes del Bloque Cacique Nutibara (BCN), el primero que ha dejado las armas, y hace cuatro meses fue designado como coordinador de la MAPP, por un acuerdo del presidente Alvaro Uribe con el secretario general de la OEA, Car Gaviria.
El nuevo consenso muestra la voluntad de las AUC para concentrarse y «entrar de lleno en un proceso de negociaci», considerCaramagna, para quien la «zona de ubicaci» busca «apuntar mecanismos» de control y verificaci m efectivos.
De hecho, los jefes de las AUC estar acompados en es ea por delegados del gobierno y la OEA, que abrir allsedes propias y tambi conformar, con ellos, dos comisiones permanentes, una de Seguridad y Convivencia, y otra de Verificaci.
EFE