Palacio espera que Congreso apruebe propuesta de Asamblea Constituyente

Quito

El presidente ecuatoriano, Alfredo Palacio, a pesar de las muchas probabilidades de perder en el Congreso, espera que los diputados de su país aprueben una propuesta suya de Asamblea Constituyente.

Mientras tanto, en el Parlamento ecuatoriano la mayoría de los diputados espera que comience la sesión de hoy para clausurarla de inmediato y echar a la papelera el proyecto de Palacio.

La sesión extraordinaria del Congreso fue convocada por el presidente ecuatoriano para que los diputados analicen su propuesta de reforma política, que incluye dos enmiendas básicas.

Palacio sugiere que a continuación del artículo 1 de la Constitución «se inserte un nuevo artículo, cuyo texto dirá: El pueblo de Ecuador es el depositario del poder constituyente. En ejercicio de dicho poder, se puede convocar una Asamblea o Convención Nacional Constituyente, con el objeto de redactar una nueva Constitución».

Además, propone que en el artículo 209, sobre el Tribunal Supremo Electoral, se precise que el organismo «se integrará con siete vocales principales y sus respectivos suplentes, en representación de la ciudadanía», eliminando el actual sistema en el que el Parlamento designaba a los miembros del organismo del sufragio.

Para el presidente del Congreso, el socialdemócrata Wilfrido Lucero, la propuesta del Gobierno «no tiene ni pies ni cabeza» y además tropieza con la Constitución que, guste o no a Palacio, rige actualmente en el país.

«Es otro nuevo y grave error», añadió el jefe del Parlamento, una de las instituciones públicas más criticadas en el país y cuyo índice de aceptación de la población no llega al 8 por ciento, según las encuestas.

Los sondeos revelan que la mayoría de la población apoya la convocatoria a una Asamblea Constituyente, aunque varios analistas sostienen que la demora en su concreción ha debilitado el respaldo popular a esa iniciativa.

La reiterada negativa del Congreso para dar paso a una consulta popular que haga viable una Asamblea Constituyente «impide que los ecuatorianos encontremos una salida a los graves problemas de la República», se lamentó Palacio en un mensaje a la Nación emitido anoche.

El jefe del Estado aseguró que su país necesita una «inversión social masiva y sin retroceso», así como una «reactivación productiva urgente» que ya ha sido «parcialmente iniciada».

Sin embargo, nada de eso será efectivo «sin una profunda reforma política», aseguró Palacio tras admitir que el Parlamento, como ya lo hizo semanas atrás, seguramente frenará su iniciativa.

«El Gobierno ha agotado sus esfuerzos» para alcanzar consensos entre la Cámara y el pueblo, añadió Palacio, pero comentó que el Congreso y el TSE, dominados por los partidos políticos tradicionales, han impedido lograr «grandes acuerdos nacionales» que permitan transformar el «Estado caduco» ecuatoriano.

No obstante, para ciertos opositores al Gobierno, detrás de las palabras de Palacio se esconden otros intereses menos democráticos.

Patricio Torres, vocal del TSE, dijo temer que la propuesta del Gobierno sea una maniobra «para prolongar el período de poder» del presidente Alfredo Palacio, cuyo mandato debe terminar el 15 de enero de 2007.

Torres, además, acusó al Gobierno de tratar de ganar tiempo con propuestas que seguramente van a ser rechazadas por el Congreso, con el único objetivo de «quemar» tiempo y diluir, incluso, su propia propuestas de Asamblea Constituyente.

El diputado Andrés Páez indicó por su parte que con esas maniobras el presidente Palacio pretende desviar la atención de la población sobre otros asuntos importantes como el Tratado de Libre Comercio que Ecuador negocia con Estados Unidos, y a la que se oponen varios sectores políticos, sociales y económicos.

El ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Castillo, aclaró que el Ejecutivo no pretende alterar el calendario electoral, como temen algunos políticos, y que lo único que busca es mejorar la democracia en el país. EFE

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Quito, 3 ene (EFE).- El presidente ecuatoriano, Alfredo Palacio, a pesar de las muchas probabilidades de perder en el Congreso, espera que los diputados de su país aprueben una propuesta suya de Asamblea Constituyente.

Mientras tanto, en el Parlamento ecuatoriano la mayoría de los diputados espera que comience la sesión de hoy para clausurarla de inmediato y echar a la papelera el proyecto de Palacio.

La sesión extraordinaria del Congreso fue convocada por el presidente ecuatoriano para que los diputados analicen su propuesta de reforma política, que incluye dos enmiendas básicas.

Palacio sugiere que a continuación del artículo 1 de la Constitución «se inserte un nuevo artículo, cuyo texto dirá: El pueblo de Ecuador es el depositario del poder constituyente. En ejercicio de dicho poder, se puede convocar una Asamblea o Convención Nacional Constituyente, con el objeto de redactar una nueva Constitución».

Además, propone que en el artículo 209, sobre el Tribunal Supremo Electoral, se precise que el organismo «se integrará con siete vocales principales y sus respectivos suplentes, en representación de la ciudadanía», eliminando el actual sistema en el que el Parlamento designaba a los miembros del organismo del sufragio.

Para el presidente del Congreso, el socialdemócrata Wilfrido Lucero, la propuesta del Gobierno «no tiene ni pies ni cabeza» y además tropieza con la Constitución que, guste o no a Palacio, rige actualmente en el país.

«Es otro nuevo y grave error», añadió el jefe del Parlamento, una de las instituciones públicas más criticadas en el país y cuyo índice de aceptación de la población no llega al 8 por ciento, según las encuestas.

Los sondeos revelan que la mayoría de la población apoya la convocatoria a una Asamblea Constituyente, aunque varios analistas sostienen que la demora en su concreción ha debilitado el respaldo popular a esa iniciativa.

La reiterada negativa del Congreso para dar paso a una consulta popular que haga viable una Asamblea Constituyente «impide que los ecuatorianos encontremos una salida a los graves problemas de la República», se lamentó Palacio en un mensaje a la Nación emitido anoche.

El jefe del Estado aseguró que su país necesita una «inversión social masiva y sin retroceso», así como una «reactivación productiva urgente» que ya ha sido «parcialmente iniciada».

Sin embargo, nada de eso será efectivo «sin una profunda reforma política», aseguró Palacio tras admitir que el Parlamento, como ya lo hizo semanas atrás, seguramente frenará su iniciativa.

«El Gobierno ha agotado sus esfuerzos» para alcanzar consensos entre la Cámara y el pueblo, añadió Palacio, pero comentó que el Congreso y el TSE, dominados por los partidos políticos tradicionales, han impedido lograr «grandes acuerdos nacionales» que permitan transformar el «Estado caduco» ecuatoriano.

No obstante, para ciertos opositores al Gobierno, detrás de las palabras de Palacio se esconden otros intereses menos democráticos.

Patricio Torres, vocal del TSE, dijo temer que la propuesta del Gobierno sea una maniobra «para prolongar el período de poder» del presidente Alfredo Palacio, cuyo mandato debe terminar el 15 de enero de 2007.

Torres, además, acusó al Gobierno de tratar de ganar tiempo con propuestas que seguramente van a ser rechazadas por el Congreso, con el único objetivo de «quemar» tiempo y diluir, incluso, su propia propuestas de Asamblea Constituyente.

El diputado Andrés Páez indicó por su parte que con esas maniobras el presidente Palacio pretende desviar la atención de la población sobre otros asuntos importantes como el Tratado de Libre Comercio que Ecuador negocia con Estados Unidos, y a la que se oponen varios sectores políticos, sociales y económicos.

El ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Castillo, aclaró que el Ejecutivo no pretende alterar el calendario electoral, como temen algunos políticos, y que lo único que busca es mejorar la democracia en el país.

EFE