Novena: día segundo

Novena: día segundo
Novena: día segundo

MARÍA VISITA A SU PRIMA ISABEL

1. SALUDO

Sean todos bienvenidos al segundo día de la Novena. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.


2. ORACIÓN INICIAL

Al rezar esta novena le pedimos a la Virgen María que nos ayude a preparar, en nuestro corazón, la cuna más cálida y blanda para recibir a Jesús.

A San José le rogamos que nos regale un corazón puro y resignado para aceptar con alegría nuestros trabajos y los designios de Dios.

A nuestro Padre Todopoderoso le solicitamos entendimiento para comprender su infinita misericordia al mandarnos a su hijo Jesucristo para nuestra salvación.

También oramos al Espíritu Santo para que nos conceda amor para servir a Dios y para amar a nuestros semejantes.

Y a Jesús le rogamos que nos refleje su luz y que nos una, para siempre, en la gloria del Padre. Amén.

3. EL SUCESO


A los pocos días de la anunciación del Ángel, María sabe que Isabel, su prima, siendo ya una mujer madura, ha concebido un hijo, y como la quiere mucho hace un viaje para felicitarle.


¡Qué fatigada de siente María, pues el camino es largo! Ellos son pobres y no tienen ni carreta ni caballo ni un simple burrito que les lleve.


Por fin, llega y las dos primas se abrazan e Isabel siente que el niño se emociona y empieza a moverse alegre. Es algo raro, es como un baile de alegría. Entonces María le cuenta que ella también espera un hijo, anunciado por un Ángel. En ese momento, Isabel comprende por qué su hijo está feliz. El pequeño saluda al Hijo de Dios que María lleva en su vientre.


Juan Bautista fue el primo de Jesús, con el cual jugaba de chico, y luego de retirarse al desierto salió a predicar la venida de uno más grande que él, al cual no sería digno de desatar la correa de su sandalia.


Pidamos a San Juan Bautista nos haga anunciadores de Jesús. Que nunca nos avergoncemos de ser cristianos, que todos sepan que seguimos a Cristo porque queremos cumplir sus enseñanzas. Amén.

4. MEDITACIÓN


El Segundo Día de nuestra Novena lo dedicamos a la comprensión, como un símbolo del verdadero amor.


Podemos decir que la Encarnación de un Dios que se hace hombre puede leerse en clave de ese gran valor llamado comprensión. Es un Dios que se pone en nuestro lugar, que rompe las distancias y comparte nuestros afanes y nuestras alegrías. Es gracias a ese amor comprensivo de un Dios padre, que somos sus hijos y hermanos entre nosotros. Dios, como afirma San Juan, nos muestra la grandeza de su amor y nos llama a vivir como hijos suyos.


Recordemos que con un amor comprensivo somos capaces de ver las razones de los demás y ser tolerantes con sus fallas.

5. PROPÓSITO


Diremos siempre “sí” a la voluntad de nuestro Padre del Cielo, tal como lo hizo la Virgen María.

6. ORACIÓN


Ayúdanos Señor a ser cada día más humildes, para que podamos aceptar todos los hechos de nuestra vida sin rebeldía.


7. VILLANCICOS

8. ORACIÓN FINAL

A nuestro niño Jesús, quien padeció frío y desnudez en esa noche helada y luminosa de diciembre, le pedimos que ayude a los que tienen frío y hambre.

También le rogamos que cobije a quienes no tienen un techo para cubrir sus sueños y que llene de alegría y esperanza a los enfermos, a los que no tienen trabajo y a quienes tienen el corazón lleno amargura y desconsuelo.

A cambio de estos regalos a la humanidad, nosotros prometemos cultivar la generosidad, la humildad y el agradecimiento en nuestros corazones.

Por eso Divino Niño que vas a nacer en un portal, te pedimos que nazcas en nuestras vidas y que nos hagas comprender que nada hay sin ti y que nos lleves de la mano a la gloria eterna de tu divina presencia para siempre. Amén.