Migrantes no encuentran oportunidades en el país

Migrantes no encuentran oportunidades en el país
Trámite. Ecuatorianos realizan los papeles para viajar a otros países.

Esperanzados con el panorama alentador que el Gobierno proyectó a nivel mundial sobre la aparente estabilidad económica del país, varios emigrantes que salieron de Ecuador, optaron por retornar con el objetivo de estabilizarse definitivamente.
Poco tiempo tuvo que transcurrir para que la realidad económica que actualmente aqueja a millones de familias ecuatorianas, les muestre la diferencia entre lo que les proyectaron confrontado con lo que sucede.

Sin esperanza

Así lo confirma Miryam Villacís, quien regreso a su ciudad natal después de 15 años de haber vivido en España, en este país trabajó como mesera en algunos restaurantes, actividad que le permitió edificar su casa, y adquirir bienes para su familia.
Con la mirada triste y de apariencia cansada, se encontraba en una de sus actividades cotidianas en el campo, labor que realiza para sustentar los gastos que se generan en su hogar.


Mientras caminaba a paso lento entre la alfalfa que sembró para su ganado hace unos meses, comentó con preocupación la difícil situación que ha vivido desde que tomó la decisión de retornar.


“Nos prometieron muchos beneficios para los migrantes pero todo fue falso”, dijo con un notable todo de ira, pues Villacís fue parte de las personas que se acogieron al retorno voluntario que pomovió el Gobierno.


Entre las ofertas se estipulaba un puesto de trabajo garantizado y apoyo para proyectos de emprendimiento, sin embrago, no pudo acceder a ninguno de ellos.


Ahora manifiesta que desea regresar a España, porque según comentó el dinero que logra reunir acá no le abastece para cubrir todos los gastos, pero, no lo puede hacer, ya que el Plan Retorno estipula la prohibición de abandonar Ecuador durante tres años.


“Cuento los días para regresar, porque comparo la realidad de aquí con la de allá y a pesar de la crisis que también atraviesa España, la situación no es tan dura”, comentó.

Incertidumbre
Carlos Romero, también regreso de Roma tras 20 años de habitar en esa ciudad, según dijo lo hizo motivado por los ofrecimientos de autoridades gubernamentales, que aseguraban que el país estaba en su mejor momento, pero hoy la incertidumbre le invade.
“No podemos ni siquiera acceder a un crédito porque nos piden una gran cantidad de papeles, situación que no ocurría en Roma y por cantidades aún mayores”, explicó.


Ahora se dedica a realizar trabajos de albañilería para juntar el dinero que requiere para poder viajar nuevamente, pues su estancia y la de su familia en suelo ecuatoriano, provocó únicamente que gaste el capital que había ahorrado.

Se cansó de la situación

Entre la cantidad de personas que volvieron a salir del país, encontramos a Roberto Cañar, quien llegó a Ecuador después de 12 años de permanecer en España, ya en su provincia de origen, trató de emprender en el negocio de instalación de gypsum, actividad que no le permitió mantenerse.


Por ello, contempló la posibilidad de abandonar el país, pero debido a que no cumplió el periodo de los tres años de radicación, optó por movilizarse a un país diferente, esta vez su destino fue Estados Unidos.
La entrada al país del norte lo registró como turista y lo hizo acompañado de su esposa y su hija de 13 años. El tiempo que le otorgaron fue de tres meses, tiempo que ya venció.
Por ello, ahora debe trabajar de forma ilegal, y con el temor de ser reportado.


De este modo, las ganas de salir adelante y de quedarse en el país se reducen, por la falta de oportunidades para quienes regresaron con un sueño, ser profetas en su propia tierra. (MR)