Los patrimonios culturales de Antonio Ante

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La ex Fábrica Textil Imbabura (Centro Cultural)

Antonio Ante es un cantón que cuenta con un ambiente próspero, la mayoría de sus habitantes se dedican al área textil. Es un cantón económicamente activo, el cual dispone de tierras fértiles aptas para el cultivo de cereales y legumbres, además de patrimonios culturales que son parte de este territorio.


La ex Fábrica Textil Imbabura (Centro Cultural)

Desde los inicios del siglo XX, la historia de Antonio Ante se ha escrito junto a la Fábrica Imbabura, que fuera sin lugar a dudas el centro industrial más importante de todos cuantos se han establecido en el cantón y la provincia. Fue una de las 15 industrias que en la década de los 30 se crearon en el Ecuador.

La fábrica, fundada el 6 de mayo de 1924, se convierte en el eje del desarrollo económico de Atuntaqui, sustento primordial de sus habitantes y centro del comercio de hilo y telas de algodón de la mejor calidad del Ecuador y sur de Colombia.

Dada la importancia social, cultural y productiva que fue y es la Fábrica Imbabura para el desarrollo del cantón y la provincia, el Gobierno Municipal de Antonio Ante inició en el año 2000 las gestiones con el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural del Ecuador, para declarar a esta factoría como Patrimonio Cultural de la Nación, objetivo que se hace realidad en septiembre del 2001, mediante la firma del Acuerdo Ministerial No. 4121 por parte de Juan Cordero Iñiguez, ministro de Educación y Cultura. La ex Fábrica Textil Imbabura es considerada uno de los más importantes patrimonios culturales de características industriales en el Ecuador.

Actualmente este patrimonio del país es un gran centro cultural del cantón y del norte del Ecuador, en el que existen varios espacios y áreas, entre las que sobresalen las grandes salas del museo textil donde reposan las máquinas que datan de inicios de los años 1900, mismas que evidencian la grandeza y magnitud del trabajo fabril de la época y que se constituye en la cuna del actual desarrollo de la industria textil de la ciudad de Atuntaqui.


Pailatola

Tola: término y dicción kichwa que significa loma, colina o tumba; según lengua colorada significa gran cantidad de tierra; amontonar o hacer montón, sobrepasar la medida.

Se llaman tolas en el norte del Ecuador, y en general en todo el país, a los montículos artificiales de diferente altura, que comúnmente forman conjuntos numerosos y que representan un tipo de asentamiento bastante compacto.

Pailatola forma parte de un complejo de tolas de características piramidales, que data del Período de Integración entre los años 500 d.C. – 1500 d.C., dato que ha sido conseguido en base a la comparación tipológica con sitios de la Costa. Está situada en la provincia de Imbabura, ciudad de Atuntaqui, en la av. Luis Leoro Franco y calle Luís Humberto Gordillo, a 2.407 m.s.n.m.

La pirámide, de nombre Pailatola, llama la atención porque es única en Ecuador, obedece el nombre a su singular figura, ya que tiene un ahondamiento en su cima formando un cráter en la parte central, con una rampa al lado sur de la tola.

Es de una pirámide truncada en forma de “T”, de 80 metros de lado en la base, 50 metros en el plano superior y 22 metros de altura. En la cúspide hay una depresión semejante a un cráter de 40 metros de diámetro, del medio del lado sur nace una rampa de 12 metros de largo y 25 metros de ancho en la base que termina junto a un riachuelo.

Pailatola contiene aproximadamente unos 104.800 metros cúbicos de relleno de tierra, excluyendo la depresión de su cima, por lo tanto 200 obreros podrían excavar y transportar 104.800 metros cúbicos necesarios para el relleno de Pailatola en 595,45 días – hombre. Esta cifra no incluye la inversión del trabajo para la construcción de las celdas y obras adicionales como compactación, supervisión… Sin embargo, esta información indica que el enorme montículo de tierra, Pailatola, pudo haber sido construida en menos de dos años de cinco horas consecutivas de días – hombre, con 200 obreros y a una distancia de acarreo de 100 metros.

Gracias al Gobierno Municipal de Antonio Ante y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural del Ecuador, el 22 de diciembre de 2004 se le declara, mediante Acuerdo No. 4472 del Ministerio de Educación y Cultura, como bien perteneciente al Patrimonio Cultural de la Nación al monumento Pailatola y a todos y cada uno de los elementos arqueológicos arquitectónicos que comprende el sitio.

Los senderos en la cima de la tola permiten, en una corta caminata, apreciar la magnitud de la “paila”, del cual toma el nombre esta tola, así como también apreciar la ubicación estratégica con relación a las otras tolas (Orozcotola y Pupotola de Andrade Marín), la ciudad de Atuntaqui y los volcanes Imbabura y Cotacachi, lo que permite darnos cuenta de la magnitud del trabajo y la inteligencia ancestral de los habitantes de aquella época.

Las evidencias parecen apoyar la creencia de que estas tolas fueron usadas como plataformas para propósitos ceremoniales, por lo que se retoma la tradición y la esencia por la cual existe Pailatola con el festejo del Inti Raymi en el mes de junio; fiesta en la que las comunidades indígenas realizan la ceremonia del baño ritual, ofreciendo a la madre tierra los productos que generosamente se ha cosechado para la vida y existencia del ser humano.

Por las características especiales de esta pirámide, Pailatola es además un centro energético que es aprovechado por muchas personas que asisten para hacer meditación y captar los beneficios de la energía positiva y lograr una vida equilibrada y en armonía.


Fiesta popular de inocentes y fin de año

Esta festividad, según diferentes versiones, dicen que nace con la ex Fábrica Textil Imbabura, allá por los años de 1920. Existe otra versión de que esta fiesta viene desde mucho antes de la implantación de esta factoría en lo que es hoy la parroquia urbana de Andrade Marín.

Lo que es indudable es que esta fiesta se consolida por los años 1930 en la ciudad de Atuntaqui, con un grupo de amigos muy entusiastas, carismáticos, dinámicos y creativos que hasta el año 1988 se denominaron Comité 31 de Diciembre, y a partir de ese año se legalizan como Corporación 31 de Diciembre hasta la presente fecha.

La fiesta popular de inocentes y fin de año, por Acuerdo No.35 del Ministerio de Educación y Cultura, se declara como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Ecuatoriano el 11 de diciembre de 2007, fiesta que a su vez abarca seis programaciones jocosas que se cumplen entre el 26 de diciembre y 6 de enero de cada año.

Una de esas programaciones es el Bando Bando, programa que se desarrolla por las calles céntricas de la ciudad de Atuntaqui y consta de una comparsa de aproximadamente 50 disfrazados que remedan y satirizan con picardía y jocosidad situaciones y actividades cotidianas y extraordinarias que suceden a nivel local, regional o nacional.

Para esta comparsa se ha preparado previamente un documento redactado en rima y en forma de “decretos” que hacen alusión a la comparsa que se remeda, así como a personajes o ciudadanos que se han destacado en los ámbitos: político, social, cultural, productivo… que para su reconocimiento o crítica sana, se toma el nombre e impregna en este documento denominado Bando Bando.

Otra actividad es la programación humorística en el coliseo de la ciudad, que pone en escena a más de un centenar de disfrazados que representan a varias instituciones culturales del cantón. En este evento cada grupo se esmera en remedar de mejor manera situaciones cotidianas de la vida real.

La Agonía de Papá es parte también de esta celebración. Papá se representa como el ser intangible del año que termina, y la programación se realiza días antes del 31 de diciembre. En esta comparsa existe las fuerzas del bien y del mal: diablos, almas negras, esqueletos que quieren adelantar la muerte de Papá hasta antes de la media noche del 31 de diciembre, pero los ángeles, almas blancas, médicos y enfermeras hacen extensible la vida del personaje. Es infaltable la presencia de la viuda que llora la agonía. La programación se matiza con la presentación de artistas y músicos de la localidad.

Además, cada 31 de diciembre, a partir de las 17:30, se vive en Atuntaqui el evento cultural patrimonial más importante del Ecuador. Alrededor de 15 instituciones culturales del cantón ponen en escena cada comparsa que ha sido trabajada con meses de antelación, que recorren las principales calles de la ciudad de Atuntaqui y tiene una duración de aproximadamente cuatro horas. Baile, colorido, humor, jocosidad es lo que se vive con la presencia de aproximadamente 1.000 disfrazados. En este desfile está en disputa el gran premio denominado “Careta de Oro”.

Luego del gran desfile de comparsas, toda la gente del pueblo se reúne en la Plaza Cultural Libertad de Atuntaqui para dar lectura al testamento que ha preparado Papá (año viejo) para sus hijos (el pueblo). Seguido a ello es la quema del año viejo y el abrazo de deseo de feliz año a las 00:00, lo que hace singular a este festejo. Un gran baile de despedida es el que ameniza y da la bienvenida al año nuevo.

Para cerrar con broche de oro la temporada de inocentes, el 6 de enero de cada año se organiza un gran baile de disfraces, en el que participan amigos, familias, grupos o solitarios disfrazados pero con trajes exóticos de remedos muy semejantes a los de ficción o de la realidad común. Son aproximadamente 50 disfrazados en escena en la Plaza Cultural Libertad los que fortalecen aún más la existencia de este patrimonio.


Celebraciones del pueblo indígena

El Pawkar Raymi, desde febrero al 21 de marzo, la fiesta del Mushuk Nina e inicio de nuevo año indígena, son celebraciones que conmemoran la época del florecimiento y tiempo para empezar a probar la cosecha del fruto tierno en el hemisferio sur. Hay una serie de ritualidades acompañados por el agua y por las flores.

El Inti Raymi, o conocida como Fiesta Sagrada del Sol, se celebra el 21 de junio con baños rituales, baile y ofrendas en todas las comunidades, con las Oyanzas o festejo por las cosechas recibidas.

El Koya, Kolla o Killa Raymi, Fiesta de la Jora, Tarpuy Raymi (fiesta de la siembra), es el fin de la preparación de suelos e inicio de los cultivos. En esta fiesta se realiza el ritual de la luna y la tierra como elementos de la fecundidad. Se celebra el 21 de septiembre en homenaje al género femenino, básicamente a la Pachamama o madre tierra, quien se prepara para recibir la semilla del maíz, que dará la vida a este producto que es el alimento básico del pueblo andino.

Es la fiesta de la belleza femenina, de sus valores y su reconocimiento al soporte espiritual y físico a la cultura indígena.

El Kayak Raymi se celebra el 21 de diciembre. Es la celebración del rito de la iniciación o madurez de los adolescentes. También se celebraba en honor a los grandes líderes y Apuks, y representa la fiesta de la masculinidad.

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Fiesta popular de inocentes y fin de año

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