Con el creciente envejecimiento poblacional, cada vez es más urgente pensar en un régimen especial de contratación para los mayores de 65 años. La vejez debe ser una etapa productiva.
Los adultos mayores en el Ecuador, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), representan el 7,5% de la población, es decir un poco más 1’310.000 personas de un universo total de más 17’500.000.
Si sumamos a los ecuatorianos con edades comprendidas entre los 60 y 65 años, la cifra aumenta a 1’900.000 personas. Su aporte a la economía no es nada despreciable; y no son solo una “carga”. Dentro del contexto de la actual pandemia, este grupo ha sido relegados por su fragilidad y ubicados como la última rueda del coche de la sociedad
Sin embargo, Ramón Noriega de 70 años, dueño de una tienda de barrio, comentó: “Todavía tenemos sangre en las venas. Podemos hacer muchas cosas. Tal vez nuestros cuerpos ya no sean tan atléticos y flexibles como antes; pero, seguimos trabajando, produciendo, soñando y amando”.
Cada mes, a través de trabajos adecuados (220.000), e informalidad (65.000), los adultos mayores inyectan a la economía alrededor de $ 96 millones. A esto hay que sumarle que 542.000 personas reciben pensiones, lo que representa $464’560.000 al mes, o, en otras palabras, más de $5.754 millones al año. Ese monto representa alrededor del 5% del Producto Interno Bruto (PIB).
Andrés Isch, ministro de Trabajo, reconoció que, ante el aumento imparable del envejecimiento poblacional, el país debe pensar en impulsar la llamada economía plateada, en donde se cree un sistema especial para la contratación y la inserción laboral de la población de mayor edad.
Rosa Bermúdez, economista y experta en desarrollo, el potencial de los adultos mayores es muy grande, debido a su experiencia y enfoque. “La esperanza de vida seguirá creciendo y eso significa que los años productivos durarán mucho más. En 2050, la población de 60 años en adelante será más del 20%. Desde ahora debemos generar condiciones para una vejez activa y productiva”, acotó.
En países como Chile o Estados Unidos, las oportunidades laborales se han expandido, gracias a beneficios tributarios y la posibilidad de contratos flexibles en tiempo y requisito. Con eso, hay millones de adultos mayores en sectores como servicios e incluso educación.
También es importante una reforma integral del sistema de Seguridad Social, no solo para que se pueda tener una cuenta individual de ahorro; sino también para fortalecer el factor de solidaridad. A eso se debe añadir una reforma laboral que permita, desde ahora, facilitar la contratación y la movilidad, es decir, que en las diferentes etapas de la vida haya opciones para reinventarse y acceder a trabajos de acuerdo con las capacidades. (JS)
El dato. – En los años cincuenta, la esperanza de vida en Ecuador era 56 años y hoy es 77. Luego de 30 años, esa esperanza llegará a más de 85 años.
Beneficios tributarios y flexibilidad
En países como Chile y Estados Unidos, se ha creado, desde hace algún tiempo atrás, un régimen especial para la contratación de personas de más de 50 años. El objetivo es puedan seguir su vida laboral y aprovechar su experiencia. A cambio, las empresas pueden aplicar a exenciones en el pago de impuestos y contratos flexibles en horario y condiciones.
“Todos seremos viejos, dentro de poco o dentro de mucho, solo es cuestión de tiempo”
Marco Proaño Maya, abogado experto en la Seguridad social y exdiputado por más de 20 años, comentó que los adultos mayores son el grupo social de mayor crecimiento; y abogó porque se dé valor a la vejez positiva, donde hay derechos y deberes.
“Cada vez más, alrededor del mundo, se habla de la cultura para la vejez donde el adulto mayor es socialmente productivo. La mejor forma de librarse de la dependencia económica es que exista inserción laboral. Todos debemos trabajar hasta que seamos capaces de hacerlo”, dijo.
En el mundo, cada segundo, dos personas cumplen 60 años. Proaño Maya reivindica que esa población no es una carga, sino un recurso activo por sí mismo. Sin embargo, lamentó que en Ecuador persista una conspiración contra la vejez.
“La edad solo son las huellas de los caminos que hemos recorrido. Mi aspiración es que se valore el conocimiento y experiencia del adulto mayor”, concluyó.