Recordar la Independencia de Esmeraldas significa rendir homenaje a quienes gestaron la libertad.
La provincia de Esmeraldas celebra en esta fecha 198 años de Independencia Política y con este motivo vale recordar los hechos que se produjeron el 5 de Agosto de 1820, cuando un grupo de patriotas se expresó en contra del dominio español.
Andrés de Castro, el gobernador de Esmeraldas, en la mañana del 4 de agosto de 1820, con los fusileros y transportando un cañón, se dirigió hacia Rioverde, poblado en el cual tendrían que pernoctar hasta el día siguiente, debido a que el destino final era Izcuandé.
Los insurgentes, que ya tenían conocimiento de esa movilización, convencieron al soldado José Mosquera para que se les uniera y éste se encargó de apresar al Gobernador, al cual cargó de grilletes, mientras que los complotados daban vivas a la Patria. Era la madrugada del 5 de Agosto.
Durante varios días, Castro estuvo detenido y mientras se discutía sobre su suerte las opiniones eran diversas, que iban desde un envío a Izcuandé, hasta su ejecución, pero al final resolvieron trasladarlo a Esmeraldas para reducirlo a prisión en esta ciudad. José Mosquera encabezó el grupo de milicianos y con el prisionero se dirigió a su destino.
La traición de Mosquera
Pero el Gobernador, un hombre frío y muy calculador, en ningún momento perdió la tranquilidad, hasta que consiguió que Mosquera lo dejara en libertad. El 19 de agosto, con la promesa de entregarle oro y otorgarle el cargo que él ocupaba, logró su propósito y el traidor emprendió la persecución de los patriotas.
José Mosquera detuvo a Ramón Yépez, Manuel Muriel, Manuel Lavayen y al sargento Chica, a quienes encadenó y los envió a Quito para su juzgamiento. En el trayecto Muriel logró huir, pero los demás permanecieron por meses encerrados en oscuros calabozos.
Francisco Lavayen, de notable participación en la gesta del 9 de Octubre de 1820, dio una fianza para lograr el excarcelamiento de su hermano Manuel. Los demás permanecieron en la prisión hasta que fueron liberados por los quiteños.
Las repercusiones de la Independencia de Guayaquil, dos meses después del 5 de Agosto, fueron inmediatas, las villas y poblados del Litoral y del Austro siguieron su ejemplo y Melchor de Aymerich movilizó al Ejército realista para tratar de ahogar en sangre a los patriotas, que con varios regimientos, pero mal abastecidos y apertrechados, ante el asedio constante comenzaron a batirse en retirada.
Sucre informa a Bolívar
El gobierno de Olmedo solicitó ayuda a Bolívar y éste dispuso que Antonio José de Sucre se hiciera cargo de la campaña en los territorios de la Real Audiencia de Quito.
Con un batallón, desde el Chocó, Sucre salió con destino a Guayaquil, pero las precarias condiciones en las cuales se realizaba el viaje, determinaron que numerosos soldados se enfermaran y la embarcación tuvo que hacer una escala en Tumaco. Al reanudar el viaje una fuerte tempestad les obligó a entrar a Rioverde.
En su carta informe de mayo de 1821, Sucre hace conocer al Libertador las condiciones en las cuales se hallaban sus tropas, relata que a mediados de abril tuvo que anclar en Rioverde y las manifestaciones de aprecio y la colaboración de la población hicieron agradable la obligada estancia.