Redacción QUITO
El portal Fundamedios publicó un informe donde aseguran que, a partir de mayo de 2017, Ecuador empezó a experimentar un ‘cambio de marea’ en cuanto a libertad de expresión. Sin embargo, tras la salida de Correa del poder, el legado de su estructura política e institucional no ha desaparecido del todo.
Según Fundamedios, entre enero y diciembre de 2018 se registró 144 ataques a la libertad de expresión. Esto significa una reducción del 52%, en comparación al 2017.
Mencionan además que desde que Lenín Moreno asumió la Presidencia, se han tomado una serie de decisiones y medidas como la reforma a la Ley Orgánica de Comunicación (LOC), la revisión del rol de la Superintendencia de la Información y Comunicación (Supercom), el papel de la Secretaría de Comunicación (Secom). Pero también se han dado enjuiciamientos contra quienes critican en redes sociales, las agresiones constantes a reporteros y camarógrafos durante manifestaciones de partidarios al Gobierno anterior.
El portal también asegura que la prueba más grave que ha vivido la libertad de prensa en el Ecuador fue el secuestro y posterior asesinato de los trabajadores de Diario El Comercio en la frontera entre Ecuador y Colombia.
Paralelamente, el monitoreo de Fundamedios arroja que el mayor agresor a la libertad de expresión fueron actores estatales, a través de medidas administrativas, legislativas y judiciales desde autoridades locales de provincias y funcionarios.
En los últimos 12 meses se reportaron 20 casos, seguido de 16 denuncias sobre censura en Internet. “Esto marca una diferencia en el contexto de 2017, año en que la agresión más recurrente fueron los insultos o descalificaciones de autoridades y figuras públicas, junto al hackeo a sistemas informáticos de medios y organizaciones sociales”, aseguran.